martes, 20 de noviembre de 2007

Rol de cafres (IX). Fascistas y antifascistas

Es decir. Los fascistas son soeces, violentos y antidemocráticos. Unos auténticos totalitarios. Nada deseables, claro. Y los que se dicen antifascistas, para diferenciarse de ellos, ¿qué hacen? Pues lo mismo. Así que vayan todos a hacer gárgaras. Sean ilegalizados, procesados y penados. Que nos dejen vivir en paz.
La inmensa mayoría de la población no es fascista. La inmensa mayoría de la población no es fascista pero de polaridad contraria. Estúpida distinción puesto que al final son todos iguales. Así que me parece bien que se actúe legalmente contra quienes se dedican, piensen como piensen, al destrozo y al golpe. Y me parece infumable la distinción que escucho a Llamazares: los fascistas están bien ilegalizados. Pero lo que quiere el PP es, ya que se ponen, que se ilegalice a otros grupos de ultraizquierda que, bueno, a lo mejor, algunas veces, según y como, forman algún escándalo. Pero a esos no se les puede tocar. Estaría bueno. ¡Cómo va a ser lo mismo!
De pena, oiga.

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