martes, 31 de agosto de 2010

A-BU-SO

Resulta que cuando compro un DVD o un disco de esos de quita y pon, que uso para guardar datos particulares, o mis fotos, escritos o trabajos, tengo que pagar un canon para la SGAE. Cojonudo. Por el DVD donde tengo hecha una copia de seguridad de mi libro sobre el hospital, por el que nadie me paga derechos de autor, ni puñetera falta que me hace, pago a otros creadores.
Dirán que son muy difíciles de controlar las copias ilegales y todo lo que quieran. Pero yo también llevo razón. Por lo demás, intuyo que como pagas ese canon, adquieres amplios derechos. Pues vale.
Por si fuera poco este abuso, ahora resulta que Telefónica lanza lo que espero sólo sea un globo-sonda y nos va poniendo en antecedentes: a más uso del ADSL habrá que pagar más, porque resulta que el ancho de banda se saturará con tanto uso como hay. Veamos: Telefónica mete por los ojos el uso de Internet en la telefonía móvil, y el de los ordenadores portátiles en cualquier parte mediante un lápiz usb. Negocio puro y duro, y me parece fenomenal. Que ganen mucho y generen mucha riqueza. Pero claro, como venden tanto, y por tanto ganan tanto, se saturará la infraestructura. Solución: todos a pagar más caro. Respuesta: vayan a tomar viento fresco.
Es inaudito. Con prestaciones inferiores en calidad y precios mucho más caros que en otros países de Europa, se recurre a la presión al usuario.
Tengo, creo, uno de los primeros ADSL de Zafra. Lo contraté porque Telefónica nos hacía ver que había que aprovechar la inmensa ventana de Internet. Y, efectivamente, es una herramienta fundamental, que utilizo con profusión, sin llegar a la obsesión. Las posibilidades de Internet pueden quedar gravemente limitadas si se perpetra la subida de cuotas.
Ya está bien de abuso, hombre. Por cierto, Sierra Morena, más allá de Monesterio.

viernes, 20 de agosto de 2010

Un par de versos sueltos


Calma. No tiene esta entrada nada que ver con Ruiz Gallardón ni con otros políticos díscolos, qué le vamos a hacer. Simplemente me propongo traer aquí, si no me aburro y consigo mantener cierta regularidad, versos espigados de entre poemarios que duermen en mi humilde biblioteca y que me gustan por estética, por profundidad o por lo que sea.

Empiezo con un par de versos de Salvador de Madariaga, entresacados del breve poema "Júpiter a Dánae". (Obra Poética, Plaza & Janés, 1978). Ya saben que el astuto Júpiter poseyó en forma de lluvia de oro a la moza.
No pesaré sobre ti
más que la sombra del árbol sobre la yerba.
Imagen: Dánae recibiendo la lluvia de oro, de Tiziano, Museo del Prado.