martes, 22 de septiembre de 2009

Grande susto por cuenta del oso, del madroño, y de la mala uva

Válgame el Cielo. Recibo la desasosegada llamada de un amigo del sector viva-Espe-que-Gallardón-es-un-rojazo. Me espeta sin anestesia que el alcalde de Madrid ha mandado quitar la muy típica estatua del oso y el madroño. ¡Claro -se indigna- el plantígrado también será franquista, por eso se lo llevan! ¡Adónde vamos con Gallardón!
Le sugiero eliga entre tila, valeriana o alguna cápsula de singulares efectos y más caro precio, me despido no sin cierta inquietud, y me pongo en plan averígüelo Vargas, con la complicidad del consabido Internet.
Ea, resulta que lo que van a hacer es quitar al bicho de su ubicación actual, al principio de la calle del Carmen, y lo van a trasladar a su sitio original de 1967, en la confluencia de las calles Alcalá y Carrera de San Jerónimo. Quienquiera que conozca la zona no tardará en saber que sólo se moverá unos metros. La explicación que se da es que donde está ahora entorpece la circulación de los viandantes.
De inmediato, llamo a mi desconcertado amigo:
- Oye, fulano, que lo que pasa es esto y esto.
- ¡Brrr! Seguro que tenían pensado quitarlo para siempre y han rectificado porque se ha quejado Espe, que vive enfrente.
- O la Sociedad Protectora de Animales, no te digo (pronunciese con un marcado acento chulapo).
FIN. (Pero continuará, no lo duden, las filias y fobias espegallardonianas dan para mucho).

(La fotografía me permito tomarla de www.monumentamadrid.es).