sábado, 28 de octubre de 2017

Ahora, Constitución

Gabriel Cisneros me dedicó mi viejo ejemplar de la Constitución: uno de los cientos de miles que se distribuyeron en 1978.


Toca Constitución. Y sanseacabó.
Recuerdo con mucho cariño una velada de diciembre de 2003, no puedo precisar ahora el día exacto, en la que uno de los padres de nuestro texto fundamental, Gabriel Cisneros, acudió a mi invitación para dar una charla con motivo del XXV aniversario de la Carta Magna. Entonces un servidor era presidente comarcal del Partido Popular, y como tal organicé el acto. Pero no había ni un solo símbolo de partido, y a la charla acudieron gentes de toda ideología. Entendí que todos debíamos caber en la celebración del hito fundacional de nuestra democracia.
Se habla mucho de modificar la Constitución, algo tengo dicho sobre eso, y desde luego voces muy autorizadas se han pronunciado. El jueves pasado, en la conferencia del Foro, Nicolás Redondo Terreros planteaba la cuestión: ¿qué artículos hay que modificar? La verdad es que pocos concretan. Y, sobre todo, está el riesgo de no alcanzar consensos como para que siga siendo un texto de todos, no de partido.
Sea como sea, en esta hora grave de España toca, lisa y llanamente, Constitución.



martes, 24 de octubre de 2017

Algunas dudas

Supongamos que el Gobierno de la Generalidad recula. Que convoca elecciones autonómicas. Que estas se llevan a efecto siguiendo hasta el último epígrafe de las leyes en vigor. Pero... ¿Y si el panorama no cambia y se mantiene una composición de la Cámara similar a la actual?
¿Y si convencen al Gobierno (o el Gobierno se convence solo) de que al convocar elecciones no hace falta aplicar el artículo 155? ¿Quién puede garantizar que vuelve la lealtad a las instituciones catalanas?
¿Y si, como es de esperar en un Estado de derecho, la justicia continúa su camino, y adopta medidas que desagradan al separatismo?
¿Y si las CUP y las asociaciones subvencionadas para el separatismo deciden que las calles son suyas?
¿Y si no se frena de una vez la sedición, cuánto tardaría en reaparecer, animada ante la tolerancia?
Son muchas las posibles preguntas. No tengo las respuestas, desde luego. Pero intuyo que amagar y no dar poco arregla; dicho sea, no faltaría más, bajo todas las presunciones, todas las garantías y el absoluto respeto a la ley.
Ojalá las dudas no se transformen en perplejidad, y esta en desesperación. Dios quiera que los separatistas, que han pasado de fabianos a francamente beligerantes, no nos engañen.

sábado, 21 de octubre de 2017

Presentación de "Cuentas saldadas"

Félix Ortiz, Juan C. Fernández, Eduardo Moga y Estrella Claver

El jueves 19 de octubre presentamos en la Biblioteca Municipal mi novela "Cuentas saldadas". Fue un honor para mí contar con la presencia de Estrella Claver, la bibliotecaria municipal; de Félix Ortiz, compañero del instituto y de Eduardo Moga, director de la Editora Regional de Extremadura. Y, por supuesto, estoy muy agradecido al público asistente. Me satisfizo especialmente comprobar que entre los asistentes (nos conocemos todos) había personas de todo el espectro ideológico. Quiero también expresar mi gratitud a las autoridades municipales (del Gobierno y de la oposición), encabezadas por el alcalde, por haber acudido al acto.

Estrella Claver, que organizó el acto magníficamente, tuvo el detalle de presentarlo y de hacer un repaso por mi trayectoria vital, basada en cierta medida en el compromiso ciudadano. Recordó mi participación asociativa desde bien joven, mi paso por la política, mi presidencia durante tres años del Centro de Iniciativas Turísticas y, desde su fundación hasta el momento, del Foro Zafrense. Y se refirió a mi gusto por la escritura, plasmado en algunos libros y en múltiples artículos de opinión y de investigación o divulgación.

Eduardo Moga, director de la Editora, afirmó la importancia de "Cuentas saldadas", novela histórica que presta atención especial a las urdimbres sociales y personales, sin caer en tópicos ni en formas de hacer frías y mecánicas, que sabe hacer descender la historia a cosas muy próximas a nosotros, lo que enriquece la perspectiva.
Sostuvo Moga que se percibe la condición de investigador del autor en el tratamiento que se da a los textos, en los que se percibe un efluvio de veracidad.
Señaló que se trata de una novela diacrónica, no estática, que engarza con el espíritu de los grandes relatos, de las sagas de tradición occidental, con ciertos ribetes épicos: una épica muy fundada en la intrahistoria de los personajes y de la lucha política. Esto, afirmó, es muy difícil de conseguir, requiere de un buen pulso narrativo. La arquitectura de la novela tiene que estar muy madurada para que se sostenga y a la vez sea sólida y fluyente.
Destacó la pulcritud en la forma con la que se articula la historia, con un estilo preciso y gran limpieza del arco narrativo, algo meritorio hoy en día, cuando algunas virtudes narrativas han decaído.
Es un libro en el que lo real y lo ficticio apelan a valores, es decir, a modelos que hacen que uno se encuentre de forma más limpia en la comunidad. Estos valores son la honradez y la verdad.
Configura "Cuentas saldadas", en fin, un gran fresco de nuestra sociedad y de nuestras transformaciones políticas. Pero también un trabajo de indagación en las conciencias individuales. Aseguró, para terminar, que la Editora se siente orgullosa de haber publicado este libro.

Félix Ortiz, profesor y secretario del IES Cristo del Rosario, sostuvo que la novela "se deja transitar ágilmente, se devora con delectación", avanzando el lector por estampas de acontecimientos históricos "minuciosamente dibujados" para hacerlos reconocibles y transmitir verosimilitud. Esto se ha hecho de tal modo que "en no pocas ocasiones (...) sus páginas (...) parecen beber directamente de la realidad. Es el caso de alusiones y descripciones de asuntos próximos o conocidos como la corrupción o el clientelismo, el abuso de poder, la evasión de divisas, la masonería, la Guerra civil, dictadura y represión, el desarrollismo y la especulación inmobiliaria o la transición; cuestiones también entreveradas con someros apuntes o verdaderas disertaciones acerca de la traición, la amistad, la justicia o la deshumanización de la vida urbana (...)"
En el trazo largo, añadió, "se vislumbra el mundo de las intrigas y ambiciones políticas o financieras y su selecta élite social, la inmoralidad en el poder, el dolor, las cicatrices de la guerra y del hambre, el caciquismo descarnado y perpetuado en dinastías de Facundos Linares (...)". En el trazo corto aparecen las grandezas y miserias de la condición humana: "traiciones y mentiras, odios, nepotismo y soberbia; valentía, inteligencia, sentido del deber o del honor; en fin, venganza y violencia."
Opina que "en el fondo de 'Cuentas saldadas' late el discurso sobre el tiempo y la memoria. Más específicamente, sobre las marcas que deja el tiempo, entendido como el trabajo de vivir."
Asimismo, sostuvo que "saldar cuentas nos remite, es verdad, a la justicia retributiva y concreta, pero también a un concepto casi cósmico de la existencia en el que todos los seres y sus actos están de algún modo interrelacionados, compensados, balanceados a través del tiempo."
Sobre la estructura del texto, dijo que "se desgrana en párrafos de una prosa transparente, limpiaz, concebida al servicio de la historia y hasta en cierta medida reflejo de su contexto e intención -Juan Carlos maneja con pericia mitos clásicos, latinismos, exprsiones y jerga administrativa o jurídica- al margen de ensayos o excentricidades formales que pudieran entorpecer su fluidez discursiva, para que el lector avance por la historia sin obstáculos innecesarios."
"Con todo -continúa- el autor no ha podido o no ha querido renunciar a cierto alarde formal en la estructura general de la obra. Me refiero al hecho de que el relato, en la secuencia de capítulos, no respete un orden de cronología lineal, sino que avance o retroceda a través de hilos narrativos complementarios que discurren en momentos distintos y se llaman unos a otros como un recuerdo evoca otro, en un constante juego de trenzar y destrenzar episodios del pasado reciente o remoto con otros del presente novelado. El autor de este modo, mostrando u ocultando, dosificando hábilmente la información para mantener la tensión argumental, obtiene un resultado que, si bien puede parecer algo desconcertante en un primer momento, a la postre, cuando encajan todas las piezas y el puzle se completa, termina siendo ciertamente subyugante."
Termina diciendo que cuando el lector, terminado el libro, contempla la contraportada, "volvería a recordar el viejo lema imperial Fiat iustitia, ruat caelum, 'hágase justicia y húndase el cielo' (...) quizá desviaría la mirada al techo y puede que sonriera cándidamente pensando -no sé- en hormas de zapatos, en cerdos por San Martín y, bueno, en... cuentas saldadas."

Otro momento del acto, durante la intervención del autor
Juan Carlos Fernández, tras agradecer la presentación de Estrella Claver, reconoció la importante labor de la Editora Regional, que hace posible que libros de autores que quizá no encajasen en el circuito comercial puedan ver la luz; a su director, Eduardo Moga, agradeció sus consejos durante el proceso de edición, que enriquecieron el texto. También dio las gracias a Félix Ortiz por sus palabras; explicó que había pensado en él para la presentación no por experto en Filología, sino por avezado lector.
Manifestó el temor que le surgió cuando el libro iba a ver la luz, porque en el tan vasto panorama editorial español "Cuentas saldadas" resultase un libro innecesario y fuese objeto de la advertencia de Ortega, que sostenía una de las obras de misericordia consistía en no publicar libros innecesarios; temor que se incrementa con lo que decía el machadiano Juan de Mairena: "De cada diez intentos de novelas, nueve son tonterías". Superó sus temores, en fin, por su afición de pertinaz escribidor.
Explicó también la mutación que había sufrido la novela, que pasó de ser concebida como "de romanos" a verse ambientada en la reciente historia de España; la pereza de tener que documentarse sobre la época romana, y la facilidad que tenía por tener ya investigado el período de los años del tardofranquismo y de la transición, le aconsejaron redefinir el texto, eso sí, siempre manteniendo la intencionalidad de la novela.
Justificó también su transición desde autor de artículos de opinión y de textos sobre la historia reciente a la de novelista: hay un punto de inflexión, la publicación de "Fuego amigo", a partir de la cual empieza a ver, como decía Blasco Ibáñez, la realidad "con ojos de novelista".
Dio cuenta del propósito de "Cuentas saldadas": una reflexión sobre el egoísmo desmedido, sobre cómo la sociedad biempensante fagocita al díscolo, aunque forme parte de ella misma... Ha aprovechado, también, sus páginas para reflexionar sobre algunas cuestiones que considera fundamentales, como la reconciliación.
Sobre los personajes, entiende que el lector pudiera encontrar algunas curiosas coincidencias con personas reales. Esto obedece a que cualquier autor configura a los protagonistas en base a retazos fácilmente identificables de gentes de la realidad. No conoce a nadie que haya creado un personaje puro, absolutamente ex novo.
Para concluir, se somete al veredicto de público y, comoquiera que en el libro no consta ninguna dedicatoria, la formula de viva voz:
"Dedicado a quienes vencieron dudas e inercias y trabajaron por la reconciliación. Y a cuantos entendieron el servicio público como servir, no como servirse."

Los participantes en la presentación, al final del acto.
A finalizar la presentación, el autor firmó ejemplares a los asistentes.

El autor firma libros al -felizmente- diverso público.




miércoles, 18 de octubre de 2017

Camiseta postulante



Lo publiqué en 2005. Lo creo de plena actualidad.

Durante décadas, las sudadas elásticas de los equipos de fútbol sólo llevaban el escudo del club y la numeración correspondiente al jugador. Después llegó la publicidad y se incorporó el nombre del futbolista en la espalda. Últimamente, también vemos a los patrocinadores en el calzón, con lo que el futbolista se ha convertido en una especie de rentabilísimo hombre anuncio. La actividad publicitaria encanta a los deportistas de la élite, que ven engrosadas sus cuentas corrientes promocionando productos de todo pelaje.

Pero, amables lectores, ahora ha surgido la camiseta reivindicativa. Leo con sorpresa, si es que algo nos puede sorprender ya, que el Barça quiere incorporar a la equipación de sus futbolistas un mensaje reivindicativo, algo así como “queremos el Estatuto”, en catalán, por supuesto. No teníamos bastante con esas pancartas que, escritas en inglés, colocan cuando les parece oportuno en su estadio freedom for Catalonia. Como hay que rizar el rizo, el centenario club desembarca en la reivindicación política.

No sé si este uso creará escuela, y el resto de los clubes españoles optará por el uso del deporte para ejercer el derecho de pataleo político. Pero, si así fuese, la asimetría maragalliana también se daría en el fútbol, porque el mensaje que propaguen los clubes grandes siempre tendrá mayor repercusión que el del Diter-Zafra, de 2ª B, por decir alguno.

¿Optarán los restantes equipos de España por el eslogan político? ¿Convertiremos los campos de fútbol en una reedición de los parlamentos, con parte de la hinchada coreando “¡Estatuto ya!” y la otra parte “¡Agua para Murcia!”? ¿Qué gritarán los ultras?

No es mi intención ser irrespetuoso, que esto del fútbol mueve muchas pasiones, pero desde que el presidente del Barcelona se quedó en calzoncillos en el aeropuerto, todo puede esperarse de quien no tiene el más mínimo pudor en comportarse tan extravagantemente. Lo que no sé, desde luego, es si las peñas barcelonistas repartidas por toda España estarán de acuerdo con las pretensiones de Laporta, ni si asimilarán de buen grado que el equipo de su corazón entre en política. Los futbolistas, según creo, no están muy de acuerdo, como podría esperarse.


En fin, ¿se imaginan un derby o como demonios llamen a estos partidos entre el Real Madrid y el Barcelona, en un Bernabéu atestado, con el ambiente ya caldeado de por sí, cuando los culés salgan al césped con sus camisetas reivindicativas? ¿Qué pasará cuando, en el partido de vuelta, lo haga el equipo merengue, con sus camisetas serigrafiadas, pongamos por caso, con el lema ¡Viva el artículo 2 de la Constitución!? ¿Se llenará el césped de cabezas de cochinillos? Cualquiera sabe.

Fotografía: elconfidencial.com

domingo, 15 de octubre de 2017

Boicoteos van y vienen





Extracto de un texto que publiqué en 2005, y que ahora creo de actualidad. Lo transcribo después de leer lo publicado en "Hoy", en la mañana de hoy, sobre el daño que el boicot a los productos catalanes puede ocasionar a la economía extremeña.

"No estoy de acuerdo con ningún tipo de campaña en contra de productos españoles, sean de donde sean, [...] yo preferiría que en las urnas se castigara a quienes con sus descabelladas políticas originan estas situaciones.

Pero cada vez se me hace más cuesta arriba defender esta postura, [...] Hoy mismo, un amigo que conoce mi postura, me ha abordado y me ha espetado, sin más preámbulos, que él no consume productos catalanes por tres motivos: primero porque así se le bajan los humos a los carodes y demás compañeros mártires; segundo, porque está indignado con lo que ha leído hoy en un periódico nacional, que afirma que la Generalidad de Cataluña viene multando a establecimientos que no rotulan en catalán; y tercer y principal motivo, porque le sale de donde ustedes imaginan.

Ante el tercer argumento, poca réplica cabe. Ante el primero, ya sabemos cómo están las cosas. Pero el segundo, el de las multas por no rotular en catalán, lo ignoraba un servidor. Así que, tras leer algo sobre el asunto, resulta que sí, que hay una legislación en vigor en tal materia.

Me estremece esta barbaridad. Siempre pensé que el poseer una lengua, como el catalán, en el patrimonio cultural de una región es algo absolutamente enriquecedor. Las lenguas son para comunicarse. Y si uno disfruta de la posibilidad de hacerlo en varios idiomas, me parece estupendo. Lo malo es cuando una lengua se utiliza como trinchera, como seña de identidad contra otros [...]

La lengua castellana, única sobre la que la Constitución Española predica la el derecho y deber de conocerla a todos los españoles, es un elemento milenario de comunicación común,[...] La norma debiera ser que cada cual se exprese como desee, sin incurrir en faltas de educación. Pero claro, el castellano es un elemento de cohesión nacional; por tanto, sobra. Como lo que hay que cohesionar es Cataluña, nación según algunos, hay que exigir  el uso del catalán. Y [...] aunque haya ley por medio, cuando esta pretende la inmersión lingüística, le falta la nota de legitimidad.

Sensu contrario, sería exigible, de oficio, la persecución de aquellos establecimientos en los que sólo se rotule en catalán, que seguro que los hay. Pero eso no cuenta. No se busca el bilingüismo, que no es mal invento, se busca la separación.

Poco ayudan estos procedimientos a la comprensión hacia Cataluña en el resto de España. Por esto, entiendo que el seny catalán debe manifestarse en forma de una sociedad civil que diga a sus representantes políticos que ya está bien de inventar problemas artificiales; que dejen de mirarse a sus ombligos y estén más pendientes del mal que pueden causar con sus políticas absurdas; que dejen de sembrar vientos.

Tal vez este sea el antídoto contra el mal de la disgregación fanática. No es nada razonable que un castellano, o manchego o extremeño, se sienta a disgusto en Cataluña. Como tampoco lo es el que un catalán tenga que ser mirado torvamente, o haya de sufrir comentarios ácidos en el resto de España. La convivencia sufre mucho.

Acabo con una anécdota. Créanla o no. Pero es absolutamente cierta. Hace unos días acudo a una conferencia sobre el Estatuto de Cataluña, organizada por personas contrarias a su reforma anticonstitucional; entre los asistentes, un matrimonio entabla conversación conmigo, y me dice que, como se alojan en el hotel donde se celebra el acto, han decidido entrar a escucharlo. Me pregunta el esposo si imagino a qué ha venido a mi tierra, a Extremadura. Sugiero que por hacer turismo. Me niega con la cabeza. A comprar cava, me aclara. Vaya, vaya. Cosas del boicot. Me confirma que él antes compraba en San Sadurní de Noya [...] Compraban bastante cantidad, que ahora se llevan de Almendralejo. No están de acuerdo con lo que está pasando en Cataluña.

¿Dónde está la anécdota, [...] La sorpresa es que el caballero, con semblante y tono de voz realmente triste, me confiesa: yo soy catalán [...]"

jueves, 12 de octubre de 2017

En el día de la Fiesta Nacional

foto: ABC.es

¡Viva España!
¡Viva el Rey!

Y en el día de su Patrona, ¡viva nuestra Guardia Civil!

miércoles, 11 de octubre de 2017

Presentación de mi novela "Cuentas saldadas"

El jueves, 19 de octubre, a las 20,30 horas y en la Biblioteca municipal, presentamos mi novela "Cuenta saldadas".
Intenvendrán: Eduardo Moga, director de la Editora Regional de Extremadura; Félix Ortiz, profesor el IES Cristo del Rosario y Juan Carlos Fernández, autor. El acto será presentado por Estrella Claver, directora de la Biblioteca.
La asistencia es libre y la Editora, a través de alguna librería local, pondrá ejemplares a la venta para que los asistentes que lo deseen puedan adquirirlos.

viernes, 6 de octubre de 2017

¡Cómo pasa el tiempo!

Otra curiosidad de las hemerotecas. Miren: Lluis Llach, cuando ni soñaría que llegaría a ser diputado de yuntspelsí, ni mucho menos que proclamaría la obediencia a una Hacienda catalana, posaba para la revista Lecturas en su número del 6 de septiembre de 1974.

Lecturas, 6-9-74

jueves, 5 de octubre de 2017

Codorniu en otros tiempos

Eran otros tiempos, sí señor. Tomo la fotografía del Ya del 6 de diciembre de 1964
¡Anda, anda, champaña de España en el mundo!


¡Jesús, qué marcas!

El año pasado les ponía algunas entradas en las que recogía algunas curiosas marcas de productos españoles. Les pongo un enlace a esas entradas
http://juancfernandez.blogspot.com.es/2016/09/que-nos-les-quepa-duda.html
Ahora, en un viaje en el que paro a visitar Hervás, encuentro otra no menos curiosa marca en un escaparate. Se trata de queso. Vean, vean.