viernes, 23 de noviembre de 2012

Y ahora, el "viernes negro".

No gana uno para sobresaltos. Fíjense que me levanto esta mañana, pongo la radio, y escucho hablar de un viernes negro, y de gente que toma los centros comerciales. He sintonizado el transistor con la noticia empezada, como les pasó a los oyentes de "La guerra de los mundos",  y me abono al pánico. ¿Qué demonios ha pasado? ¿Otro tsunami?  ¿Cayó la bolsa? ¿Se dispara la prima de riesgo? ¿Han acertado los mayas, y Zapatero ha anunciado su retorno?
No, hombre, no. Es el viernes negro, día que parece que sucede al de Acción de Gracias, y en el que en América, o en los Estados Unidos, el personal se vuelve loco y arrampla con todo cuanto verdeguea en las grandes superficies comerciales para aprovechar unos precios fenomenales. Menos mal que me entero a tiempo y no me atrinchero en espera del juicio final. Hechas las aclaraciones pertinentes por la locutora, todo queda en paz. Lo dicho, tenemos aquí pocas costumbres, importemos sin demora las americanas. Amén.

martes, 20 de noviembre de 2012

Algunas referencias a Zafra

Encuentro un par de referencias a Zafra en lecturas recientes, que les pongo aquí a título de curiosidad.

La primera aparece en el libro de Joaquín Leguina "La luz crepuscular" (Punto de Lectura, Santillana, 2011). Se refiere el autor a determinados españoles que, en París, vivían en las denominadas chambres de bonne, habitaciones que en las casas de la burguesía se destinaron al servicio doméstico, carentes de comodidades que hoy día serían imprescindibles. Dice Leguina que "para muchas españolas aquella independencia de las chambres de bonne representaba la perdición. De ello se lamenta una de ellas, embarazada de un muchacho senegalés, pues en su casa de Zafra tendría que dar demasiadas explicaciones (...)". No sé si la referencia a Zafra se corresponde con la realidad, o ha puesto a esta localidad como podía haber utilizado cualquiera otra. En fin, ahí les dejo la referencia.

Otra cita, menos curiosa, la tomo de "La de Bringas", de Galdós (Cátedra, 2009). En ella, la apurada Milagros, marquesa de Tellería, confiesa a Rosalía Pipaón de la Barca, no menos apurada esposa de Francisco Bringas, burócrata conservador y avaro de solemnidad, que deberá demorar unos días el pago de una cantidad que le debe, y que su apoderado le habrá de entregar esa suma cuando cobre "ciertas cantidades de unos censos de Zafra".

Simples curiosidades, ya ven.

viernes, 16 de noviembre de 2012

Y ahora, el Día de Acción de Gracias.

Una empresa española ha puesto en el mercado unos pavos precocinados destinados a la celebración del Día de Acción de Gracias. Me parece una fenomenal iniciativa empresarial, que alabo, y a la que deseo suerte. Hacen falta inversores que levanten nuestra tullida economía.
Dicho esto, y con el mayor de los respetos hacia los originales empresarios, les confieso que mi tendencia al aburrimiento adquiere en estas fechas proporciones colosales. A saber: olvidadas las antiguas cestitas de nuestra típica chaquetía, con sus castañas, higos, nueces, con las imprescindibles bollas (por lo menos en mi pueblo), hemos padecido durante una semana el tostón de niños y no tan niños disfrazados de monstruos por cuenta de la espantosa jalogüín de las narices. Hasta un mocoso se atrevió a plantearme el apasionante dilema "truco o trato"; no reproduciré la respuesta, si bien, en mi descargo, les diré que ignoraba qué se hace en esos casos, cosa que amigos magníficamente informados de las cosas modernas (porque han visto diez mil películas, supongo) me aclararon. Pasemos de largo. Pues bien, no conformes con semejante adefesio de fiesta, ahora parece que nos proponen celebrar otra que, como todos sabemos, es española desde tiempos inmemoriales, ¿no?
Bien está que vendan pavos, que inviertan, que ganen dinero las empresas. Nos hace mucha falta. Pero entre el dichoso Papá Noel, o Santa Claus, o simplemente Santa que nos sale ya hasta en la sopa, el jolgorio de disfraces de Todos los Santos y ahora el thanksgiving day, o como demonios se escriba, estoy hasta el gorro.
Seguro que esto no acabará aquí y que el Gobierno no tardará en adoptar una medida, desgraciadamente ignorada hasta ahora, que hará nuestra felicidad: que las elecciones se celebren el primer martes, después del primer lunes, del mes que les salga de las narices, ea. Que aquí los pavos se han comido de toda la vida por Navidad, sin tantas gaitas. Digo yo.

viernes, 2 de noviembre de 2012

Nuestra Monarquía Parlamentaria

Luis María Anson
Para tratar sobre tan apasionante cuestión tenemos en el Foro a un invitado de Lujo: D. Luis Mª Anson, de la Real Academia Española, premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanides, periodista de trayectoria dilatadísima, escritor...
Están invitados a nuestra conferencia, el lunes día 12 de noviembre, a las 21 horas, en el hotel Huerta Honda.