viernes, 30 de abril de 2010

Traducción simultánea

Anonadado ando después de la exhibición de la señorita Pajín, que en el Senado nos demuestra su dominio de las lenguas españolas. Después del anuncio portentoso de la epifanía planetaria, que como todos sabemos se ha cumplido a rajatabla y con grandísimos resultados, sobre todo para nuestro país, me descubro ante la convincente oratoria, y asiento sin reparos: amén. Hablen ustedes en el Senado en la lengua que les salga de las narices. Utilicen trujimanes a diestro y siniestro. Eso sí, páguense de su bolsillo el capricho, ¿verdad, usted?

martes, 27 de abril de 2010

Papeleras

Mi vecino de blogosfera PeSaR se ha referido días atrás al gasto en papeleras que ha efectuado el Ayuntamiento. Una pasta, oiga.
Como me llamó la atención el sistema que han puesto en París (ciudad un poco más monumental que Zafra), hice una foto que, aunque nocturna y no de mucha calidad, sirve para mostrarles el modelo de papelera galo. Un aro y una bolsa, ça y est.
dicho sea de paso, me llamó poderosamente la atención no encontrar (salvo error u omisión) ni una puñetera papelera en la bellísima avenida de los Campos Elíseos. Hasta tal punto que algunos tomaron a una cabina de teléfonos en sustitución, y la llenaron de desperdicios.
¡Qué falta de agildad mental la mía, no se me ocurrió fotografiar la ocurrencia!

lunes, 26 de abril de 2010

Reconciliación

Dos testimonios de dos socialistas de largo recorrido me han conmovido en los últimos días. El primero, de Nicolás Redondo Terreros, a quien en Onda Cero escucho que todos sabemos que Franco murió en la Cama, y que al franquismo se le venció el 15 de junio de 1977.
El otro, de Joaquín Leguina, en un artículo que firma en El País, y que a continuación enlazo:

http://www.elpais.com/articulo/opinion/Enterrar/muertos/elpepuopi/20100424elpepiopi_12/Tes

Reconciliación. Esa es la clave de bóveda. Se necesitan más testimonios de la derecha y de la izquierda. Es necesario. Es absolutamente necesario.

miércoles, 14 de abril de 2010

Nueva conferencia del Foro: Panorama de España


Celebramos la 11ª conferencia del Foro, primera en nuestro V aniversario. La imparte el periodista Ángel Expósito Mora, director del centenario periódico ABC, uno de los más influyentes e importantes de España.
El título de la conferencia es "Panorama de España".
Tendrá lugar el LUNES, día 19 de abril, a las 21 horas, en Hotel Huerta Honda.
Por supuesto, están ustedes invitados. Podrán retirar, además, un ejemplar de nuestro nuevo boletín de opinión "Papeles del Foro".

martes, 13 de abril de 2010

¿Añorar la República?

Un servidor acaso echaría de menos una república si el actual Estado democrático español no garantizase sus derechos y libertades. Pero mi libertad de expresión permanece intacta; nadie me molesta por mis creencias religiosa, ni cuando viajo me interrogan sobre mi destino ni el porqué me desplazo. Voto con absoluta tranquilidad y exhibo mis ideas políticas cómo y cuando me viene en gana. Mi familia y yo gozamos de los servicios públicos. He podido, durante años, participar en política y desempeñar cargos representantivos sin que nadie me haya perseguido por ello. No tengo inconveniente en relacionarme con gentes de izquierdas, con la misma cortesía con la que pueda hacerlo con los de derechas...
Y, como yo, creo que todos los españoles gozan del mismo status.
Puedo comprender, no faltaría más, que algunos prefieran el sistema republicano. Como forma de organización de un Estado, monarquías parlamentarias y repúblicas son plenamente funcionales (cosa distinta, evidentemente, es que los gobiernos sean buenos, malos o -¡resignación!- pésimos). Hay argumentos respetabilísimos en favor de cualquiera de esos dos modelos. También se camuflan dictaduras bajo ambas formas.
Lo que no entiendo es la añoranza de la República, entendiendo como tal a la II española. La vida democrática de entonces nada se parece a la de hogaño, por mucho que se edulcore. De modo que ondeen, si les peta, la tricolor. Pero aquéllo fue lo que fue. Yo, mientras tanto, me quedo con la Corona y con la Constitución del 78: nunca jamás hubo tanta democracia en España. Nunca la convivencia fue tan viable. De modo que me permitirán, con toda tranquilidad, proclamar: ¡Viva España! ¡Viva el Rey!

lunes, 5 de abril de 2010

De Giocondas y ranas

Benditos sean los modernos medios de transporte e infraestructuras de todo tipo, que nos permiten desplazarnos con cierta comodidad y hacernos presentes en un periquete en lugares distantes cientos de kilómetros de nuestra Zafra, para dar satisfacción a esa necesidad que algunos sentimos de viajar, de conocer sitios, de embebernos de historia, arte, gente, gastronomía..

Mediado marzo, un grupo de amigos hemos estado de visita turística en París. Quizá les comente algunas anécdotas en otras entradas. Hoy me limito a constatar que he visitado el Louvre, de lo cual dan testimonio varias fotos y películas, y que he intentado contemplar la Gioconda. Misión imposible. Lo más solicitado del museo más visitado está asediado, blindado, acordonado... Un gentío provisto de cámaras se interpone. No hay modo de apreciar la pintura de Da Vinci. Bueno está, en mi biblioteca no faltan reproducciones y explicaciones que puedo leer con comodidad. Y, desde luego, lo que es verla, la he visto. A diez o doce metros, pero la he visto. Misión cumplida.

Un par de semanas después me doy un garbeo por Salamanca, ciudad que no conocía, y que me parece encantadora. Disfruto del magnífico casco histórico y de algunos de sus monumentos y, por supuesto, me acerco a contemplar la fachada plateresca de la Universidad. ¿Con qué resultado? Imagínense. Un ciento de personas agolpadas buscando una puñetera rana que está posada sobre una calavera, y que hay que descubir para no sé cuántas historias. Imposible apreciar los detalles de esa fachada que bien pudiera ser un retablo. Eso sí, he estado allí. Y, qué le vamos a hacer, he visto la rana. Prueba superada.






domingo, 4 de abril de 2010

La Gran Vía


Con seguridad, la Gran Vía forma parte muy acreditada del imaginario matritense. Yo la descubrí en mis primeros viajes a Madrid, allá por 1973-74. Pero empecé a recorrerla ya como conductor y peatón en 1980 ó 1981. Debo confesar que las primeras veces me pareció quizá más grandiosa de lo que realmente es, quizá por temor reverencial a la gran ciudad.
Animada, multicultural en sus aceras, entretenida para el peripatético (y para no pocas peripatéticas), me consta que ha tenido momentos -no sé si persisten- de alguna o mucha degradación. Todo un símbolo, ahora centenario, merece el mayor de los cuidados. Madrid, tantas veces, entra por nuestros ojos a través de la Gran Vía.
Imagen: construcción del tercer tramo de la Gran Vía, c. 1920.