Vale, veámoslo desde este punto de vista...
El juez Pedraz, de la Audiencia nacional, proclama que la pitada y abucheos que sufrió el Rey durante la final de la Copa no tienen relevancia penal, puesto que están amparados por la libertad de expresión. El rey estaba en un acto institucional y, aunque no lo parezca (entre otras cosas, porque muchos jugadores, no sé si por efectos de la adrenalina o porque son así, demuestran una monumental falta de cortesía y respeto cuando cumplimentan al Rey) solemne. Se le puede pitar y abuchear. No pasa nada.
Supongamos que el juez, en acto oficial, institucional, presidiendo un juicio en la audiencia, se ve abucheado y silbado. ¿Permanecerá impasible? ¿Tomará medidas contra quienes atentan contra el normal desarrollo de la sesión? ¿Imputará a alguien por desacato o por lo que proceda? Si así es, y me parece que así sucede y así debe ocurrir, ¿por qué en este caso no se admiten como libertad de expresión los gritos de los insolentes? ¿Por qué el Rey sí puede ser tratado de ese modo maleducado y macarra?