sábado, 18 de julio de 2009

Más madera


De la chistera (sombrero, nada que ver con los chistes, aunque lo parezca)
gubernamental no dejan de surgir conejos. Ahora, el Ministerio de Igualdad
sigue a la carga con sus excentricidades, y tiene previsto que en la adjudicación de contratos públicos la igualdad entre hombres y mujeres sea un criterio. Lo leo en ABC y no doy crédito.
De modo que las empresas que no "permitan la participación equilibrada entre hombres y mujeres en los ámbitos de decisión, así como el acceso de las mujeres a los puestos de mayor responsabilidad", tendrán menos puntos en los concursos. Además, se exigirá redactar un exhaustivo plan de igualdad en las empresas de cierta envergadura.
Chupa del frasco, Carrasco. Qué más da si tienen los mejores medios, si sus cuadros están capacitados y tienen experiencia, si aquilatan los precios, si aportan garantías de solvencia. Ea, al carajo el sentido común, una vez más. Además, a perder tiempo redactando planes sin sentido. Empezaron por la majadería de las cuotas en las candidaturas electorales, y ahora elevan al absurdo la manía progre.
Digo yo que las empresas contratarán a quien le salga de las mismísimas narices buscando siempre el mejor rendimiento, para lo cual fichan a los más capacitados, sean hombres o mujeres. Item más: la sociedad civil se organiza como le viene en gana. El Gobierno no tiene por qué entrometerse en las estructuras internas de personas físicas o jurídicas totalmente privadas.
Más vale que el Ejecutivo deje a los empresarios en paz, que bastante tienen con subsistir, y se dedique a buscar soluciones a los graves problemas de la economía nacional. A base de querer hacernos vivir en una especie de país de las maravillas, nos llevan de cabeza al desastre. ¡Cuánta tontería, Señor!

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