miércoles, 26 de enero de 2011

Nos vemos en la tele

Quizá porque uno se mete en todos los charcos que le ponen por delante (o en casi todos), el pasado verano me ofrecieron poner en marcha un programa de tertulia, de esos que están tan de moda. Debo confesar que tardé poco en aceptar. Siempre me apasionó todo lo relacionado con los medios de comunicación, lo que me predispone a ver con simpatía cuanto con ellos tiene algo que ver.
Eso sí, nuestro enfoque del programa tiene asiento en lo ciudadano. Asistimos a diario a tertulias en las que firmas ilustres de la prensa y políticos de postín opinan sobre todo lo divino y lo humano. Nosotros, mucho más humildes, somos simples vecinos que queremos contribuir a formar una sociedad civil más sólida, y en cuanto que tales vecinos opinamos. Sin más pretensiones.
En fin, les invito a ver el programa, de periodicidad semanal, y cuya primera emisión tendrá lugar, Dios mediante, el próximo miércoles, 9 de febrero, a las 21,30.

viernes, 14 de enero de 2011

Malos tiempos

Al hilo de las propuestas que se van conociendo sobre la reforma del sistema de pensiones, es generalizada la crítica sobre lo que muchos ciudadanos entienden como un privilegio injustificado: la consolidación de los derechos de percepción de la prestación máxima de jubilación de diputados y senadores, tras no demasiados años de cotización.
Ni una sola de las personas con las que he comentado esta cuestión está de acuerdo. Nadie ha sabido darme un argumento a favor de que SS. SS. gocen de este privilegio.
Yo tampoco encuentro razones. Bien está que coticen, mientras dura su situación, con arreglo a sus emolumentos. Pero no creo que sea asumible por una ciudadanía, ahíta de dificultades, que un diputado con dos legislaturas cumplidas consolide su derecho al 80% de la pensión máxima.
Este es momento de compromisos, de gestos. Cuando se congela la pensión a millones de españoles, cuando se rebaja el sueldo de millones de funcionarios, cuando millones de parados se desesperan, cuando se habla de prolongar los años de cotización para la jubilación, bueno sería que los padres de la Patria bajaran un poco su nivel y se acercaran al común de los mortales.
Me dirán que muchos de ellos dejan sus vidas profesionales, donde obtendrían pingües beneficios, para servir a todos. Muy bien. Nadie les obliga. Además, las percepciones económicas de los diputados deben tener correlato con el nivel de vida del país al que sirven. Lo que cobran está bien, máxime en los tiempos que corren. También es cierto que no faltan quienes no han trabajado en otra cosa que en la política. Siempre he defendido que cuando uno se mete a político, el primer requisito es tener las espaldas cubiertas, esto es, ser trabajador en activo.

En fin, que sería un bonito gesto que estos señores renunciaran a tan incomprendido derecho y nos hicieran saber que sus cotizaciones, durante el tiempo de ejercicio de sus cargos, se sumarán a las anteriores y posteriores, y que el cálculo de su pensión se regirá por los mismos parámetros que las de cualquier peón: tiempo y nivel. ¿No?