domingo, 21 de diciembre de 2014

Feliz Navidad desde Málaga

Panorámica de la calle Larios
Habitualmente les pongo, para felicitarles la Navidad, la reproducción de alguna pintura. Este año hago una excepción.
Me explico: el pasado sábado visito, por razones que no vienen al caso, Málaga, ciudad que me parece particularmente atractiva. Resulta que además, con motivo de las fiestas navideñas, el ambiente que he podido vivir me ha fascinado, cosa que tiene su mérito, pues no soy muy entusiasta de ciertas cosas. Pero he tenido que rendirme ante varias evidencias:
Primera, el gentío en las calles, con ganas de diversión.
Segunda, la decoración.
Tercera, la ambientación musical.
A todo esto  añadimos una temperatura de veinte grados, y la ecuación es perfecta para contagiarse de las ganas de pasarlo bien.
Gran ambiente callejero

Decoración al inicio de la calle Larios
Aspecto de la calle Larios.
La decoración, efectivamente, no lo es todo, pero ayuda al ambiente. Miles de personas abarrotaban la calle Larios y las cercanas y adyacentes comprando, disfrutando de la iluminación navideña, paseando, formando corros alrededor de los artistas callejeros... Me llamó mucho la atención la ambientación musical: en dos extremos de la famosa vía malagueña, dos grupos interpretando a la perfección música de todo tipo: desde villancicos hasta la chica ye-ye de Conchita Velasco. Recorriendo la zona, una agrupación musical compuesta por no menos de cincuenta músicos, en un espectacular pasacalle con fines solidarios para los que pedían colaboración.
En fin, que uno que no es amante de las masificaciones ni del mucho alboroto disfrutó de un muy buen rato. 
De modo que me permito dejarles aquí algunas estampas, y aprovecho para desearles que pasen estos días, si les peta y si les es posible, tan bien como yo lo pasé el sábado en Málaga. En fin, ya saben:

Feliz Navidad y próspero año 2015

domingo, 23 de noviembre de 2014

Sánchez de León en Zafra

Juan Carlos Fernández con Sánchez de León, el pasado día 20

Invitado por el Foro Zafrense, acude el pasado 20 de noviembre a Zafra, para impartir una conferencia, el exministro de Sanidad de la época de la Transición Enrique Sánchez de León. Viene para hablar de Sanidad, y desarrolla una interesante disertación en la que desgrana sus ideas sobre tan fundamental pilar del Estado del Bienestar.
Sánchez de León, para algunos zafrenses, es una persona controvertida. Se le acusa de haberse llevado el hospital a Llerena, lo que le ha generado no pocas antipatías. Justo es, por lo tanto, dejar claras algunas cosas:
1.- Para que se hubiera llevado el hospital de Zafra a Llerena, primero tendría que haber concedido un hospital para Zafra. Nunca hubo tal, a pesar de las muchas afirmaciones en ese sentido. Hubo mucho bulo, mucha interpretación sesgada, pero nunca se obtuvo el compromiso de que hubiese un hospital en esta localidad. La gestiones fueron múltiples, pero el resultado nulo.
2.- Enrique Sánchez de León no era ministro cuando se concedió el hospital a Llerena. El titular de las competencias sanitarias era Álvaro Rengifo Calderón.
3.- Lo que sí es cierto es que Sánchez de León orientó eficientemente a Llerena. No creo que por ese motivo tenga que ser considerado como no grato por algunos.
Todo esto está más que documentado y acreditado en mi libro "Hospital de Zafra. Apuntes para una historia" que, casualidades de la vida, presenté el 20 de noviembre de 2008, exactamente seis años antes de la conferencia del Foro.
En todo caso, y como el propio Sánchez de León afirma, siempre dio la cara. Y lo ha vuelto hacer ahora, treinta y tantos años después, participando en una actividad del Foro y respondiendo sin rodeos a las preguntas que sobre tan espinosa materia le plantearon la prensa y algunos asistentes.




viernes, 7 de noviembre de 2014

¡Eh, oigan, que el muro cayó!

Ha pasado un cuarto de siglo desde que el Muro de la Vergüenza fue derribado, y con él terminó de diluirse el abominable poder soviético de siete décadas. Bonito aniversario para celebrar. Aunque me parece que algunos con ideas retrógradas (por mucho que ahora disimulen), gustan de las ¿soluciones? de los regímenes marxistas. Antiguos.

miércoles, 29 de octubre de 2014

Un inédito: Las dudas sobre un proyecto

En enero de este año, y tras una conferencia de Ana Botella en el Club Siglo XXI, redacté un artículo sobre alguna declaración de la alcaldesa de la Villa y Corte. No sé por qué no lo publiqué en su día. Supongo que por despiste. Ahora doy con el texto, reparo en que está inédito, e ipso facto, lo cuelgo en mi web.
El artículo versa sobre las dudas que el gobierno popular de Rajoy suscita entre militantes. Si desean leerlo, pulsen sobre el título: "Las dudas sobre un proyecto".
Les recuerdo, ya que estamos, que en mi web www.juancfernandezescritor.es encontrarán una nutrida selección de textos, por si se aburren y les peta leer alguno.

lunes, 27 de octubre de 2014

Crímenes de lesa democracia

En enero del año pasado me publicaron en "Hoy" un artículo al que titulé "Crímenes de lesa democracia". Afirmaba en él que quienes se corrompen, sobre todo en tiempos de crisis y de desazón de la ciudadanía, añaden a sus delitos el crimen de lesa democracia porque sus colusiones son abono de los demagogos, tan dañinos para el sistema y para la salud social.
Hoy es buen día para recordar aquel artículo. Si lo desean, pulsen aquí y accederán al mismo. 
No me apeo, eso sí, de algunas opiniones que también sostengo hace tiempo: uno, los políticos son como nosotros, puesto que salen de entre nosotros. Que levante la mano quien alguna vez no hay pedido una factura sin IVA. Dos, la justicia debe pronunciarse; entre tanto, salvo evidencias incontestables, debemos evitar constituirnos en jueces. La presunción de inocencia no es un invento banal, sino una garantía democrática que muchas veces ignoramos.
En fin, el daño está hecho. Es hora de esperar que los partidos que pueden dar sostén al sistema actual se centren en hacer que la ciudadanía vuelva a confiar en ellos y deje de lado aventuras presuntamente románticas, que no son más que ejercicios de una demagogia que consigue cegar a tantos, hasta el punto de impedirles ver las barbaridades que se proclaman al socaire de unos nuevos tiempos que de nuevos no tienen nada, porque ya está todo inventado, todo experimentado y, por lo tanto, sabemos a ciencia cierta qué planteamientos han conducido al desastre más absoluto.

martes, 7 de octubre de 2014

GPS

Quienes me siguen recordarán mi artículo, publicado en "El Mensajero", en el que hacía alguna burla de los usuarios compulsivos de los modernos y superferolíticos teléfonos que hacen de todo, hasta sirven para telefonear, según creo. Pues bien, hoy he tenido que ir a un centro comercial determinado, en una gran ciudad, al que me ha costado cierto trabajo llegar. Como sé que el teléfono de marras tiene un programa, o lo que sea, que sirve para que te hagan llegar al sitio, me decido a utilizarlo. Seguro que así encontraré más fácilmente la ruta que me conduzca de retorno a Zafra.
Procedo sin más demora y marco la dirección a la que quiero llegar. Le doy al comienzo de la navegación, y:

1º.- Una voz femenina me indica: "Dirígete al este" (esto me suena a las persecuciones de las películas americanas, el sospechoso se dirige al oeste, qué cosa tan chula).
Ocurre que:
a) Yo no pertenecí al Frente de Juventudes, luego no fui a campamentos; la mili la hice en oficinas, así que tampoco tuve necesidad de orientarme más allá de mi pequeño mundo cuartelero, e ignoro por dónde anda el sol (sale por el este, se pone por el oeste) porque estoy rodeado de edificios. Luego no sé hacia dónde cae el puñetero este.  De añadidura, estoy en una calle que es de única dirección y no puedo especular sobre los puntos cardinales.
 b) La señorita de la locución me tutea. Ya vengo que echo humo porque una moza dependienta, de no más de veintidós o veintitrés años, me trata como si fuera un coleguilla. No por mucho tiempo, porque seguro que ha deducido de mi mirada mi poca predisposición a ciertas familiaridades. Resignación, a la voz de la máquina no puedo fulminarla con mis ojos echando chispas.

2º.- La misma voz me ordena: "A cuatrocientos metros, sigue recto". 
Circulo durante cuatrocientos metros. Y durante ochocientos. Espero indicaciones. Se me presenta una rotonda con indicaciones confusas. Sigo esperando instrucciones. La máquina calla, hasta que de repente me espeta: "se ha perdido la señal del satélite". Reacción irreproducible.

3º.- Circulo por donde me parece. Al rato vuelve la locutora: "En la próxima rotonda, toma la quinta salida".
Esperanzado, conduzco esperando encontrar la dichosa rotonda. Aparece una al cabo de Dios te salve, con solo dos posibles salidas. Tomo la segunda. Me cisco en la máquina, que calla, creo que avergonzada, aunque no sé si de mi vocabulario o de su propia incompetencia. Finalmente, tras algunas maniobras, localizo la ruta por mis propios medios. La máquina sigue en silencio. Mejor así. Y preguntando se llega a Roma, como toda la vida.

miércoles, 6 de agosto de 2014

Some hours at Gibraltar

Me acerco a La Línea de la Concepción para recoger a uno de mis hijos, que ha participado en un curso de la Universidad Menéndez Pelayo. Casualmente, el hotel donde se aloja está a un tiro de piedra de Gibraltar: inevitable, la tentación aparece.  Quienes me acompañan quieren conocer la roca. Me dejo convencer, y emprendemos el camino. Cinco minutos a pie. Traspasamos la frontera sin incidentes y sin demoras. Me angustio pensando que tengo que atravesar la aduana para seguir en tierra española, enajenada por el Tratado de Utrecht y usurpada por quienes se ponen por montera al mencionado tratado. Sea, crucemos la raya.

Tengo la suerte de que un avión va a despegar, y como resulta que hay que atravesar la pista de aterrizaje del aeropuerto, contemplamos la maniobra de despegue desde no más de sesenta o setenta metros. Todo un espectáculo la aeronave tomando velocidad y elevándose majestuosa. Me fascinan los aviones. Lástima que la pista (o al menos parte de la misma, no sé), se haya construido robando terreno a España. En fin, resignación, ya lo sabíamos. A la vuelta tuve la suerte de ver otro avión, ahora aterrizando.
Pista de aterrizaje. La cruzan vehículos y peatones
Proseguimos el periplo. Para que nos enteremos de que estamos en territorio de Su Graciosa Majestad, en seguida nos encontramos con una típica cabina telefónica roja. Cola de turistas para fotografiarse ante el mueble urbano, cuya utilidad es más simbólica que práctica, supongo.
En fin, seguimos hasta acceder al viejo Gibraltar. Allí, como es natural, todo es británico. Como me resisto a permanecer allí más tiempo del estrictamente necesario para satisfacer la curiosidad turística, me limito a pasear por Main Street, calle absolutamente comercial.
Me llama la atención la gran cantidad de judíos, tocados con su kipá. No sé si es porque celebran el sábado, o porque la utilizan a diario. Quizá sea lo primero, dado que van trajeados. Digo yo. Y me gusta una escena: uno de ellos saluda cordialmente y charla (en castellano) con un musulmán. Parece que ahí no hay problemas de convivencia.
I'm thirsty. Vamos a tomar un refresco. Entro en un pub, y pido dos cocacolas. Atiende (es un decir) una joven, que mira con algo de desdén, y me espeta:
- Two cokes?
Hiervo. Me ha entendido perfectamente, pero no le da la gana hablarme en español. A mi no me sale de las narices contestarle en inglés, me callo. Ella viene con las dos cocacolas (léase chu coucs). No he dado el primer trago cuando vuelve, y ahora sí, en perfecto castellano, requiere:
- Tres libras.
¡Su prima hermana! En español, para pedir la pasta. Mi hijo, para evitar incidentes diplomáticos, le pregunta si podemos pagar en euros (lo hace en inglés, que lo maneja muy bien). Asiente la camarera. Maneja la caja registradora y acude con un lacónico:
- Cuatro treinta y cinco.
¡Otra vez su prima hermana y toda su parentela! Cuatro treinta y cinco. Me clava cada libra a 1,45 euros. Total, 724 pesetas por dos coucs. Pago, me despido a la francesa. Menos mal que ahí soportan pocos impuestos, cuánto me habrían pedido de tener una fiscalidad razonable.. Me queda la duda de si al turismo, sobre todo español, le ponen otros precios.

Meditando sobre si el peñón pertenece a Sierra Morena (por la cosa del bandolerismo), me topo con una máquina expendedora de planos. Me decido, para unir al expediente turístico del día, a comprar uno. 1 libra o un euro. Sí señor, un cambio ahora muy favorable. Introduzco el euro, no sale el plano. Pulso el botón de recuperación de la moneda, ésta tampoco sale. Me cisco en las mulas de la máquina, esta permanece impasible, toda flema británica. Me quedo sin euro.
He invertido en Gibraltar exactamente 5,35 euros. Ni un duro más. Media vuelta, marchamos de nuevo a España. Con alivio doy las buenas tardes a un guardia civil, que amablemente me franquea el paso. Queden con Dios los señores llanitos.
Autobús de dos pisos. Para que no se nos olvide que estamos en la Gran Bretaña.

jueves, 19 de junio de 2014

¡Viva el Rey!

www.casareal.es

Hoy no tiene por qué empezar una segunda Transición. Bastaría que nos condujésemos como en la Transición.

jueves, 12 de junio de 2014

¡¡¡El artículo 66, oigan!!!

Mi aburrimiento respecto de quienes añoran constantemente la II República y la ponen como modelo de democracia, es ya infinito. Por si fuera poco, ahora nos salen con la petición de un referéndum sobre la forma de Estado. Bueno, pues en su admirada II República española, ese referéndum no sería posible. Veamos: artículo 66 de la Constitución de 1931 (lo transcribo desde el texto obtenido en la página web del Congreso de los Diputados):

"Artículo 66. 
El pueblo podrá atraer a su decisión mediante “referéndum” las leyes votadas por las 
Cortes. Bastará, para ello, que lo solicite el 15 por 100 del Cuerpo electoral. 

No serán objeto de este recurso la Constitución, las leyes complementarias de la misma, 
las de ratificación de Convenios internacionales inscritos en la Sociedad de las Naciones, 
los Estatutos regionales, ni las leyes tributarias. [...]"

Es decir, que como la forma de Estado era materia contenida en la Constitución, no se podía solicitar un referéndum sobre esta materia. Y ahora, ¿qué? ¿Con qué rostro pueden pedir los admiradores de la república de abril lo que aquel texto negaba? A otro perro con ese hueso. Las reformas constitucionales, si hay consenso, siguiendo el procedimiento establecido. Cumplir la ley es lo democrático, no llenar el ambiente de frases tan altisonantes como deletéreas.

Ustedes lo pasen bien.

lunes, 2 de junio de 2014

Hoy, como siempre, ¡Viva el Rey!

www.casareal.es


Los españoles nos hemos llevado esta mañana la gran sorpresa de la abdicación de la Corona, anunciada por el presidente del Gobierno y más tarde explicada por S. M. el Rey. Una vez asimilada la noticia, conocidas algunas reacciones y depuradas las emociones propias del caso, creo que:

1.º.- En un régimen como el español, con una Monarquía Parlamentaria que ha dado sobrados ejemplos de su valor como espinazo nacional (como diría Zarzalejos), la abdicación del jefe del Estado no debe ser un trauma. En otros países ha ocurrido con mayor o menor frecuencia, y nada pasa. Es cierto que en esta España de nuestras entretelas, en la que algunos andan intentando descoser las costuras del sistema, tendremos que soportar ruidos. Pero somos más, estoy convencido, quienes creemos en la estabilidad como factor determinante del progreso y de la democracia.

2.º.- Quien intenta desacreditar la Corona por hechos no plausibles pero puntuales, sin poner en el otro platillo de la balanza los servicios a la nación del Rey, actúa con manifiesta intención de desestabilizar aquello que tanto bien nos ha traído, con independencia de que, en uso de una libertad de expresión que se consiguió en su plenitud gracias a la democracia querida por el Rey, y conquistada por todos los españoles, pueda despotricar cuanto quiera.

3.º.- Hoy, como siempre, proclamo ¡viva el Rey! Don Juan Carlos todavía, y en breves fechas don Felipe, son los representantes de cuanto la Corona significa, anclada la institución en nuestra Constitución de 1978, y lejana de los inconvenientes de la Restauración de 1874.

4.º.- En numerosas ocasiones he manifestado mi respeto por cuantos se sienten republicanos. Siempre que no añoren la muy imperfecta II República que, se pongan como se pongan, en nada aventaja a nuestro régimen actual. En nada. Nuestra Monarquía, como tantas de Europa, es plenamente útil. Como tantas repúblicas plenamente democráticas,  en las que han existido numerosos casos similares a los que tanto se critican aquí, sin que nadie haya salido a las calles a proclamar el fin de la República y el advenimiento necesario de la monarquía.

5.º.- Es la hora de la estabilidad política. Debo expresar sin reparos que el mensaje institucional del PSOE, leído esta mañana por Rubalcaba, me parece impecable. La garantía del régimen constitucional por los dos principales partidos es esencial para la prosperidad de nuestra patria. Hago votos, por tanto, porque el actual partido principal de la oposición no abandone la senda que emprendió en la Transición. Los cantos de sirenas, lleven o no coletas, son embriagadores pero deletéreos. Mejorando lo mejorable, puede irnos bien. Cayendo en aventuras con quienes proclaman totalitarismos más o menos encubiertos bajo una sobrepelliz romántica, sólo se llega al desastre. 

Me siento orgulloso de haber vivido el juramento de don Juan Carlos, de haberle escuchado manifestar su deseo de ser rey de todos los españoles, de haberme podido acostar con tranquilidad después de oírle en la madrugada del 24 de febrero, de sentir cómo en el extranjero su presencia es garantía de éxitos para España. Don Felipe recibe un legado espectacular, en tiempos complicados. Hago votos por su acierto y le deseo suerte. 

¡Viva España! ¡Viva el Rey!


domingo, 4 de mayo de 2014

De mamás y flautas

Nada más enternecedor, hoy que es día de la madre (invento muy comercial, por cierto), que contemplar a una entusiasmada mamá, creo que primeriza, intentando arrancar alguna nota de una flauta para que su embelesada criatura responda con alguna morisqueta. Sí, señor. Preciosa escena: la madre, sentada en el suelo del centro comercial, con el niño (o niña) sobre sus piernas, me parece que al estilo de los indios de las praderas americanas, o algo así. Entre tanto, el papá, arrobado, contempla la escena en pie. Sopla que te sopla, qué entretenidos todos.
Lástima que el observador se vea obligado a desengañarles: el panorama no es tan idílico. Veamos. La mamá sopla, el niño se entusiasma, el padre no pierde detalle. Dos minutos de éxtasis. Agotada la diversión, la madre, muy cuidadosamente, retorna la flauta chupeteada a su caja de cartón. Envase que, a su vez, introduce en uno de esos plásticos infernales a los que llaman blister, y lo cuelga (el blister) en el ganchito de la estantería del afamado centro comercial.
Es menester tener rostro de hormigón armado. Babee usted la flauta, déjela en la estantería. Si no fuera hoy el día de la madre, diría que la soplaflautas es una guarra. Sea inscrita sin demora en el rol de cafres, con alta graduación.

lunes, 31 de marzo de 2014

Perniciosos enganches

Hace tiempo que tengo en las mientes dedicar unas líneas, y un hueco en la sección "Rol de cafres" de este blog, a los usuarios de esos artilugios que tienen como misión sujetar un remolque a un vehículo. Chismes infernales, como el que aparece en la fotografía que ilustra esta entrada.
De mi experiencia de observador de campo, resulta lo siguiente:
a) De aquellos vehículos a los que veo con frecuencia y que están dotados con enganches, ninguno ha portado jamás un remolque, salvo improbable error u omisión.
b) Muchos de los "bolos", o como popularmente den en llamarse los artilugios, están instalados en esas aventajadísimas versiones del Land Rover de toda la vida, solo que no son como aquellos duros y versátiles automóviles, simplicísimos pero prácticos, que facilitaban los desplazamientos a las gentes de posibles por sus fincas más o menos productivas. Ahora son lujosas máquinas, de carrocerías brillantes, dotadas de todas las siglas habidas y por haber que denotan que uno se encuentra ante una maravilla de la ingeniería. Tanta virguería me hace sospechar que poco pisan el campo los cochazos, misión para la que no hacen falta tantos extras. A uno le da por pensar que, del mismo modo -y según Gómez de la Serna- que quien pedía agua en una visita era un conferenciante frustrado, quien ahora se sube a esos monstruos de la carretera tiene vocación frustrada de tanquista. O algo así.
c) Descartado el uso de los enganches para su misión original, doblemente descartado en el caso de los superferolíticos tanques de la vida civil, la única misión que amerita a los jierros que asoman por la popa es la de fastidiar al vecino de aparcamiento. Hágase un censo de matrículas abolladas y paragolpes delanteros (antes decíamos parachoques, pero como hay que hacer eufemismo de todo...) jeringados. Comprobaremos empíricamente que el ingenio se ha convertido en un ariete para hacer campar por sus respetos al malauva que los instaló. Y, de añadidura, constituyen una magnífica defensa (a veces son una aberrante exhibición de priapismo motorístico) contra el golpecito de quien intenta estacionar junto al bólido armado.
d) Esta costumbre de erizar los coches va en aumento.

En consecuencia, propongo que no permitan que  instalen los jierros quienes no tienen remolque, y que en el caso en que sí disfruten de carricoche, cuando no lo usen  los envainen (los jierros), como corresponde a la sana urbanidad y decencia, para evitar impúdicos rozamientos a los vecinos. Así sea.

martes, 25 de marzo de 2014

Banderillero furioso

Como no he encontrado una foto o dibujo apropiado al caso, me permito la licencia de ilustrar esta entrada con un perro monumentalmente enfadado, aunque quizá no tanto como lo estuvo el protagonista de la historia (siglo y pico después, quizá historieta) que recoge ABC en su edición del lunes, 14 de noviembre de 1910. Veamos:

"SUCESOS -- Banderillero furioso.
Uno de los banderilleros de la cuadrilla de aficionados taurómacos que ayer actuó en la plaza de todos de las Ventas del Espíritu Santo, furioso porque no pudo clavar ni uno solo de los rehiletes, los tiró con ímpetu en distintas direcciones, con tan mala fortuna, que uno de los palos quedó clavado en la pierna del director de lidia, Julián Cabrero (Cabrerito).
Conducido a la enfermería, tuvo que esperar la llegada del doctor, que tardó hora y media. Durante todo ese tiempo tuvo la espina clavada.
Después de curado de primera intención, fué [sic] conducido a su domicilio."

Hogaño, la noticia aparecería en mil televisiones, en cuatrocientas mil tertulias, y provocaría:
a) La alegría de los antitaurinos: "asesino, en el pecado llevas la penitencia", u otra locución de análogo significado aunque de distinta forma, teniendo en cuenta que, con toda probabilidad, los manifestantes no profesan el catolicismo ni nada que se le parezca.
b) Manifestaciones del banderillero, emocionado y con lágrimas corriendo por sus mejillas, pidiendo perdón a la afición, "no volverá a repetirse".
c) Manifestaciones del diestro herido, disculpando al subalterno, desmentidas por las expresiones que se le captaron cuando creía que el micrófono estaba cerrado: sólo nos atrevemos a reproducir que se ciscaba "en los muertos tos" del desaforado lanzador de banderillas.
d) Manifestación de los de marea blanca por la demora en la atención al torero herido, debida sin duda a los gravísimos recortes en sanidad, que "ya alcanzan a la fiesta nacional", hasta tal punto que hubo de seguir el herido su recuperación en su domicilio particular, so pena de esperar la misma en los pasillos del hospital, por falta de camas, debida a la "palmaria imprevisión y nefasta gestión de las autoridades." [Populares, por supuesto].
e) Manifestaciones contundentes del sector más progresista de la marea blanca, que niega que se tenga que hablar de la "fiesta nacional", puesto que actos de salvajismo no deben cobijarse bajo tal epígrafe, más adecuado para días que tengan que ver con la liberación del pueblo de la tiranía de los oligarcas [Un gracioso de la coordinadora pide que se hable de "olicarcas", risas, aplausos]. Todo ello sin perjuicio de pedir la dimisión del consejero de Sanidad y de la ministra del ramo, por la pésima asistencia sanitaria.
f) Manifestaciones de los protaurinos, ciscándose en las mulas de los antitaurinos.
g) Manifestaciones del consejero de Interior de la Generalidad de Cataluña: "Aquí, esto no habría pasado. ¿Ven como era pertinente prohibir las corridas [de toros] en Cataluña?

Y un largo etcétera. Amén.

domingo, 23 de marzo de 2014

Suárez: sin miedo a la libertad


La democracia española tiene varios protagonistas, en sus inicios: El Rey, Adolfo Suárez, Fernández de Miranda, una multitud de políticos de todas las polaridades, y el pueblo español. Hoy se nos ha ido Suárez, presidente sin miedo a la libertad.
Hace algunos años me publicaron en ABC un artículo, que pueden consultar en el siguiente enlace: pulse aquí
Me ratifico en lo que pedí en vida del expresidente, ahora ya con él muerto: en Zafra debería dedicarse una calle o algún monumento a la memoria del estadista.
Descanse en paz.

viernes, 28 de febrero de 2014

¡Mira, un negro!

"Sala de espera sólo para blancos, por orden del Depto. de Policía"


Afortunadamente los tiempos cambian, aunque muchas veces la dinámica de la historia, que por lo demás es imparable, tarda en surtir sus efectos. Un ejemplo de esto lo narré como anécdota en la presentación de mi libro sobre el turismo en Zafra. En 1966, un ciudadano norteamericano residente en Long Island, escritor, visitó España donde sufrió un desengaño que le hizo protestar ante el Ministerio de Información y Turismo. ¿Qué le ocurrió? Veamos:

[...] el ciudadano americano [...] hace las siguientes observaciones: "En xxx, provincia de Badajoz, he tenido el mayor desencanto de la España querida, guiando un coche en el centro del pueblo. La población entera se horrorizó de verme, diciendo ¡mira, un negro! Y eso que iba acompañado de una distinguida dama de la provincia." Y prosigue: "Es improbable que el pueblo de xxx no haya visto persona de color, pero portarse de esa forma hasta de mandar a una  niña a sacarme, tocarme la camisa por detrás, es cosa inconcebible en un país civilizado como España y de donde hemos heredado nuestra cultura." (*)

Con certeza llevaba razón el escritor americano (afroamericano, dirían ahora los políticamente correctos), que por lo demás era de ascendencia hispana, a juzgar por sus apellidos que no revelaré; aunque creo que los paisanos más que horrorizados quedaron sorprendidos. Los años 60 eran los del auge turístico, pero la población aún no estaba acostumbrada a muchas cosas, y en la España rural aún se vivía en un ambiente nada moderno. Los que somos de pueblo y además del siglo pasado, seguro que recordamos supersticiones de todo tipo. Por causa del turismo se produjeron choques de costumbres que, conocidos hogaño, nos mueven a la sonrisa. Pero muchas de las situaciones que hoy nos parecen anecdóticas hicieron sufrir a las gentes de hace décadas. Hoy, desde luego, ya no sorprende nada. O casi nada.

Sin perjuicio de todo esto, el protestante (por quejarse, ignoro la religión que profesara), procedía de un país en el que los años 50 y 60, y no nos remontemos más atrás, conocieron de numerosos episodios de segregación racial, a pesar de ser allende los mares tan modernos. De modo que está bien que le extrañara y le molestara el incidente que vivió por aquí cerca, pero en su tierra tampoco andaban mancos.

Termino como empecé: felizmente, ahora las cosas son bastante distintas. Hasta tal punto que en EE. UU. han elegido a un presidente negro y no ha pasado nada, con lo cual quedan desmentidos los augurios de quienes pensaban que aquello sería la ruina moral de los Estados Unidos, y de quienes del otro lado esperaban encontrar en Obama una especie de presidente revolucionario. Digo yo.
_________
(*) El lance citado y transcrito está documentado en el Archivo Histórico Provincial de Badajoz, donde lo obtuve en el transcurso de mi investigación para el libro citado, aunque finalmente no lo incluí en el texto.




sábado, 15 de febrero de 2014

Nueva web

Les decía el pasado 22 de junio que Telefónica había suprimido el alojamiento gratuito de mi web artesanal, en la que tenía colgados escritos que he ido publicando a lo largo de los últimos años. Y les amenazaba con no rendirme y con proseguir con mi osadía, aunque tuviese que pagar por disponer de un espacio en internet.
Ha llegado el momento, y por fin he conseguido poner en marcha una nueva.

Espero que a alguien le pueda servir de utilidad. Si desean visitarla, pulsen aqui

viernes, 10 de enero de 2014

Zafra: pueblo bonito de España (Revista Geosaison, 1999)

Les pongo aquí a los curiosos lectores otra ampliación de mi "Notas para una historia del turismo en Zafra". En su día, en la página 206, escribí:

"Como siempre ocurrió desde los primeros momentos del despertar
turístico de la ciudad, Zafra fue objeto de la atención de los medios de
comunicación, nacionales y extranjeros. En abril de 1999, la revista alemana
Geosaison incluyó a nuestra localidad en la lista de los siete pueblos más bonitos
de España, junto con Casares (Málaga), Laguardia (Álava), Pedraza (Madrid),
Albarracín (Teruel), La Alberca (Salamanca) y Lekeitio (Vizcaya). Se
publicaron fotografías y descripciones costumbristas locales."
Tenía referencia de este asunto por lo publicado en la prensa, pero no conseguí el original de la revista. Ahora, gracias a Internet, nuestra salvación en tantas cosas, me he hecho enviar un ejemplar desde Alemania. Les reproduzco a continuación la portada y el contenido referido a Zafra, aun rogándoles benevolencia por la escasa calidad de las imágenes: sólo he podido escanear la portada; el resto de las páginas no se acomodaban al aparato y he tenido que fotografiarlas. Por cierto, la lengua de los teutones se me escapa. Si alguno de ustedes la conoce, y les apetece entretenerse un rato y traducirlo, yo estaría encantado de acompañar las fotos con textos inteligibles.

Portada
Página 42

Página 43
Página 48. No se reproduce la 49, que es de publicidad.
Página 50.

Página 54. Mapa con la localización de las localidades que aparecen en la revista.
Página 64. No se reproduce la 65, por se publicitaria.

Página 66.