domingo, 17 de noviembre de 2013

Educación: presentación de la última conferencia del Foro Zafrense

El autor de estas líneas, con el conferenciante, Sr. Otero Novas
El pasado 7 de noviembre celebramos la 18ª conferencia del Foro Zafrense, dedicada a la educación. Bajo el título "Ideología y valores en el sistema educativo", fue pronunciada por D. José Manuel Otero Novas, exministro de Educación y Ciencia y de la Presidencia en gobiernos de UCD.
Como es habitual, antes de la intervención del ponente leo unas líneas a los asistentes. Les transcribo aquí las correspondientes a la ocasión referida.

Abordamos hoy una cuestión no solo apasionante, sino fundamental para cualquier sociedad, porque la educación, la enseñanza, proporciona buena parte de la cobertura intelectual y moral a niños y jóvenes, futuros adultos que orientarán su vida y sus actos en muy buena medida en base a su aprendizaje. 
Esto hace que la educación sea perenne objeto del deseo de los gobiernos, lo que hace sospechar que no siempre les guía el único afán de formar con solidez. Muchas veces, este nobilísimo objetivo puede parecernos mero camuflaje para orientar, según el sesgo político que convenga, el devenir del alumno, insuflándole hálitos ideológicos y suplantando muchas veces, según creo, el derecho paterno a la orientación moral, olvidando que el adoctrinamiento es legítimo siempre que sea libremente aceptado, para lo cual ya existen centros docentes con todo tipo de idearios. 
Ahora, en España, asistimos a debates sobre la nueva ley educativa y escuchamos los argumentos favorables y contrarios a la misma, anunciando quienes sostienen estos últimos la derogación sin más del nuevo texto, una vez alcancen el poder. Imposible vislumbrar un pacto que permita la estabilidad normativa, que proporcione certezas y seguridad jurídica, bases sobre las que debería reposar un sistema encaminado a dotar al alumno de herramientas vitales que le permitan, como en otros países, afrontar con éxito un mundo cada vez más competitivo. 
Desde hace años venimos observando, no pocas veces con pasmo, cómo proliferan debates estériles, como el referente a la enseñanza de la Religión y a uno de sus más visibles exponentes, la retirada de crucifijos en las aulas. Se suscitan rechazos estrepitosos, mientras que es difícil escuchar proclamas sinceras favorables a la neutralidad en las escuelas públicas.
Observamos con estupor cómo en nombre de no sabemos bien qué, estudiantes universitarios –minoritarios pero tan ruidosos como irreverentes– impiden las intervenciones de conferenciantes que simplemente no piensan como ellos. Estudiantes de la universidad. Institución a la que se supone que enviamos a los jóvenes para que se formen en disciplinas académicas y, quizá más importante aún, para que adquieran un ponderado sentido crítico y sirvan de ejemplo, el día de mañana, de afanes de saber, de respeto, de humanismo. 
Nos mesamos los cabellos cuando reiterados informes sobre los niveles educativos del alumnado hacen que España siente plaza en furgones de cola. Asistimos demudados a ejemplos de la más absoluta falta de valores cuando nos dan noticias de actos reprobables en colegios e institutos, de los que tantas veces son objeto los profesores. Nos enzarzamos en debates sobre las exigencias que son predicables para los educandos. Clamamos por la pérdida del sentido del esfuerzo como actitud necesaria para el triunfo. Triunfo, vocablo también repudiado por algunos que entienden que promover la excelencia es ir en contra de los que no tienen capacidades para alcanzarla, lo que hace que de otra parte se hable de fomentar la mediocridad… Dimes y diretes que trufan el panorama educativo hasta la saciedad. 

Todas estas, en fin, son cuestiones que deberían preocupar seriamente a la ciudadanía, y que precisan de debates serenos, alejados de las marejadas demagógicas. Por supuesto, el Foro Zafrense no podía abstraerse de tratar sobre esta materia. Para ello contamos hoy con D. José Manuel Otero Novas… 

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