FITUR 2008
Conocí FITUR antes de ser concejal; la visité, como miembro de la comisión de Turismo del Ayuntamiento durante ocho años, y he acudido de nuevo, esta vez como ciudadano de a pie.
A primera vista, FITUR puede parecer un inmenso decorado por el que se mueven decenas de miles de personas acumulando zaramalla y gollería promocional, consumiendo aquello a lo que les invitan y haciendo polvo los pies. Esto, ciertamente, es parte de la cosa. No obstante hay una apreciación importante: si la feria sólo fuera espectáculo, no creo que fuera rentable y, desde luego, no ocuparía, como lo ha hecho este año, doce enormes pabellones.
Ayer leía en un suplemento de Expansión, regalado a los asistentes al certamen, que es posible que no se gane dinero en FITUR, pero es cuestión de prestigio acudir. Creo que es cierto que hay sitios en los que se está o queda uno en el limbo. Además, ya sabemos que muchos de los negocios que se hacen en las ferias no se cierran en ellas, sino después. La feria puede ser un simple escaparate, pero éste también vende. Y mucho.
Por eso es importante que Zafra disponga de su pequeño hueco. Ayer lo tuvo, y asistimos, como todos los años, a la presentación de los hitos turísticos y culturales. Lo que pasa es que, quizá, la repercusión mediática no sea todo lo conveniente. Allí estaba la prensa regional y local, es cierto.
Pero quizá fuera conveniente convocar a prensa especializada y de ámbito nacional. Es complicado, claro, son cientos los expositores que querrían contar con ese apoyo mediático. Pero creo que pudiera haber fórmulas.
De todas formas, el turismo tiene visos de convertirse en uno de los pilares económicos de Zafra. La eficiente y amabilísima Marisol Lozano, directora de la oficina de Turismo, facilitó un dato: sesenta y muchos mil visitantes pasaron por esas dependencias en demanda de información. Hay que mimar, por tanto, una fuente de ingresos y de prestigio que no está al alcance de todos. Son necesarios unos servicios hosteleros de categoría, como los que tenemos; una oferta cultural y de ocio, que la hay; también unos monumentos bien conservados. Pero no olvidemos que se hacen imprescindibles una buena señalización, un tráfico mejor ordenado, una ciudad más limpia, unos aparcamientos seguros donde el turista pueda dejar su coche confiado y tranquilo...
Zafra tiene mucho potencial turístico, es cierto. Pero necesita del concurso de todos para que el aprovechamiento sea óptimo.
A primera vista, FITUR puede parecer un inmenso decorado por el que se mueven decenas de miles de personas acumulando zaramalla y gollería promocional, consumiendo aquello a lo que les invitan y haciendo polvo los pies. Esto, ciertamente, es parte de la cosa. No obstante hay una apreciación importante: si la feria sólo fuera espectáculo, no creo que fuera rentable y, desde luego, no ocuparía, como lo ha hecho este año, doce enormes pabellones.
Ayer leía en un suplemento de Expansión, regalado a los asistentes al certamen, que es posible que no se gane dinero en FITUR, pero es cuestión de prestigio acudir. Creo que es cierto que hay sitios en los que se está o queda uno en el limbo. Además, ya sabemos que muchos de los negocios que se hacen en las ferias no se cierran en ellas, sino después. La feria puede ser un simple escaparate, pero éste también vende. Y mucho.
Por eso es importante que Zafra disponga de su pequeño hueco. Ayer lo tuvo, y asistimos, como todos los años, a la presentación de los hitos turísticos y culturales. Lo que pasa es que, quizá, la repercusión mediática no sea todo lo conveniente. Allí estaba la prensa regional y local, es cierto.
Pero quizá fuera conveniente convocar a prensa especializada y de ámbito nacional. Es complicado, claro, son cientos los expositores que querrían contar con ese apoyo mediático. Pero creo que pudiera haber fórmulas.
De todas formas, el turismo tiene visos de convertirse en uno de los pilares económicos de Zafra. La eficiente y amabilísima Marisol Lozano, directora de la oficina de Turismo, facilitó un dato: sesenta y muchos mil visitantes pasaron por esas dependencias en demanda de información. Hay que mimar, por tanto, una fuente de ingresos y de prestigio que no está al alcance de todos. Son necesarios unos servicios hosteleros de categoría, como los que tenemos; una oferta cultural y de ocio, que la hay; también unos monumentos bien conservados. Pero no olvidemos que se hacen imprescindibles una buena señalización, un tráfico mejor ordenado, una ciudad más limpia, unos aparcamientos seguros donde el turista pueda dejar su coche confiado y tranquilo...
Zafra tiene mucho potencial turístico, es cierto. Pero necesita del concurso de todos para que el aprovechamiento sea óptimo.
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