martes, 13 de abril de 2010

¿Añorar la República?

Un servidor acaso echaría de menos una república si el actual Estado democrático español no garantizase sus derechos y libertades. Pero mi libertad de expresión permanece intacta; nadie me molesta por mis creencias religiosa, ni cuando viajo me interrogan sobre mi destino ni el porqué me desplazo. Voto con absoluta tranquilidad y exhibo mis ideas políticas cómo y cuando me viene en gana. Mi familia y yo gozamos de los servicios públicos. He podido, durante años, participar en política y desempeñar cargos representantivos sin que nadie me haya perseguido por ello. No tengo inconveniente en relacionarme con gentes de izquierdas, con la misma cortesía con la que pueda hacerlo con los de derechas...
Y, como yo, creo que todos los españoles gozan del mismo status.
Puedo comprender, no faltaría más, que algunos prefieran el sistema republicano. Como forma de organización de un Estado, monarquías parlamentarias y repúblicas son plenamente funcionales (cosa distinta, evidentemente, es que los gobiernos sean buenos, malos o -¡resignación!- pésimos). Hay argumentos respetabilísimos en favor de cualquiera de esos dos modelos. También se camuflan dictaduras bajo ambas formas.
Lo que no entiendo es la añoranza de la República, entendiendo como tal a la II española. La vida democrática de entonces nada se parece a la de hogaño, por mucho que se edulcore. De modo que ondeen, si les peta, la tricolor. Pero aquéllo fue lo que fue. Yo, mientras tanto, me quedo con la Corona y con la Constitución del 78: nunca jamás hubo tanta democracia en España. Nunca la convivencia fue tan viable. De modo que me permitirán, con toda tranquilidad, proclamar: ¡Viva España! ¡Viva el Rey!

2 comentarios:

Pepe Santana dijo...

Sr. Fernández, quisiera manifestarle, en día tan señalado como hoy, que comparto el fondo de lo que escribe en su artículo. Aunque republicano de condición, para mí el dilema no es monarquía-república sino democracia-dictadura. Me asusta imaginar una III república con el Sr. Aznar de presidente de la misma y el Sr. Rajoy de presidente del gobierno, como supongo que a usted también le pasaría lo mismo si el presidente fuera el Sr. Maragall con el Gobierno de España en manos del Sr. Zapatero. Por ello, porque la cosa no está para nuevos experimentos, que pueden salir bien o pueden salir mal, y por lo inquietante del momento actual, quedémonos con el Borbón. Me uno a sus gritos.

Anónimo dijo...

Solamente que al Sr.Aznar o al Sr. Maragall se le podría echar a los cuatro años. Además la monarquía, quieran ustedes o no, se extinguirá a medio plazo; la mayoría de los jóvenes (el 80%, según sondeo propio de la Casa Real) no es que estén en contra, algo peor, la ignoran, no la apoyan, para ellos no tiene sentido la Monarquía, y ellos son los futuros políticos y dirigentes de nuestro país y sin este apoyo morirá de inanición. Esta es mi humilde opinión.
Yo sólo me uno al primero de sus gritos.