lunes, 14 de abril de 2008

Oye, Amapola, me quedo.

Sin comerlo ni beberlo, qué hollín, me avisan de que me veo aludido en unos comentarios publicados en Hoy el día 5, al hilo de la designación de José Antonio Monago, presidente provincial del PP, como senador, primero aceptada, después no, luego sí, cuestión sobre la que ni he publicado ni escrito nada, ni voy a hacerlo, reservándome para mis entretelas la opinión que puediera tener, que será la que me venga en gana.
Resulta que un tal Manu ha publicado un análisis en el que critica la situación local de Zafra y, cosa que le agradezco, considera que un servidor ha sido el mejor político que el PP ha tenido en muchos años. La contestación viene de una tal Amapola, que tiene a bien recomendar al tal Manu que se vaya a Fuente de Cantos con Antonio Pérez, y de paso nos arrastre a un servidor, "a Manolo Pérez y a los 80 (ya serán menos)" [supongo que son los que me apoyaron en su día cuando opté ¡Oh, infamia! a presidir mi partido en Zafra].
¡Ay, ay, ay! Cierto es que no he sido el mejor político del PP de Zafra, sin lugar a dudas los hay mejores, pero qué duda cabe que se agradece el halago. En cuanto a la señora Amapola, puede tener una cosa muy clara: no me voy a ir a Fuente de Cantos. Primero, porque no tengo por qué; segundo, olvida que estoy retirado de la política, que lo anuncié un año antes de las municipales y lo cumplí, luego bien podía olvidarse de mí; tercero, porque ella -sea quien sea- no es nadie para decidir mi destino. Cuarto, porque eso de desterrar a la gente por motivos políticos me suena mucho a fascismo puro y duro. Y por último, porque no me sale de las narices, ea. Se lo dice Juan Carlos Fernández, en su blog, en el que escribe lo que también le sale de ahí, con su nombre y apellidos. Quede usted con Dios, y haga el favor de olvidarse de mí. Vale.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Amigo Juancar: cortésmente deduces lo de "señora" Amapola. Pero yo, que por anónimo y cobarde tengo menos que perder, me pregunto ahora que no nos ve nadie: ¿no será acaso el "señor" Amapola? Tendría su gracia la cosa.

Anónimo dijo...

Nuca he pretendido echar de este pueblo ni de ningún otro a nadie, soy bastante demócrata, por eso siempre he acatado la decisión de la mayoría; al contrarío de algunos de ustedes que no asumen su derrota como su amigo Manu y solo se dedican a criticar todo lo que ocurre en el PP de Zafra principalmente a sus concejales, sean mejor o peor que los anteriores, lo cierto es que están bastante unidos y trabajan todo lo que pueden por Zafra y sus ciudadanos.
Por otra parte también le diría a usted y a su amigo Manu que cuando una persona pertenece a un partido quiere los mejores resultados para este y no se dedican a echar por tierra todo lo que se hace con la única pretensión de desprestigiar a las personas que horadamente tratan de trabajar por el PP.
Yo le preguntaría ¿Es usted del PP? Si su respuesta es afirmativa como así creo debería ayudar más a su partido y criticarlo menos. No se le olvide una cosa “las personas pasan por los partidos políticos pero el partido siempre continuará seas tú u otros los que lo dirijan, lo importante es luchar por y para que el PP consiga siempre los mejores resultados”
Y por último le diré que no tergiverse las cosas cuando la lea, siendo usted un insigne escritor debería comprender las metáforas y el doble sentido de las palabras.
AMAPOLA

Anónimo dijo...

Amiga Amapola (discúlpese el tono "Elena Francis" que me ha salido del tirón):
No dudo de su talante democrático, pero ustedes los del PP tienen a veces (a mi modesto entender) la inercia de cerrar filas en plan "no cuestionar al partido = no cuestionar al movimiento". Lo de prietas las filas no siempre es lo bueno, o lo correcto, om por lo menos lo único. Está también el que aporta discrepando, el que quiere que se mejore por otro camino, incluso el que (por qué no) entiende, acertada o erróneamente , siempre al margen de los personalismos facilones, que su propia persona puede contribuir quizás en mayor medida que otras a alcanzar las metas políticas que predican en su partido, pero DESDE el partido. Y el partido que no quiera morir esclerótico deberá saber acoger o elaborar internamente estas aportaciones como algo bueno y deseable. Y los demás militantes deben entender que estas posturas no desdicen ni merman el trabajo de quienes no las compartan. Al contrario, propician que la mediana de todas las opiniones sea algo más valioso y enriquecedor. Pero todo esto, como usted bien sabrá, amiga Amapola, es pura diatriba democrática, no me haga usted mucho caso y tenga un buenn día.