martes, 11 de marzo de 2008

Decisión acertada

Me alegro mucho de la decisión de Rajoy, que ahora deberá ser validada en el congreso que celebre el PP. Creo que es quien mejor puede, hoy por hoy, conducir a la formación de centro derecha hacia las próximas convocatorias electorales. La derrota en las urnas, con una izquierda que ha apostado por el voto útil, tras intentos de aislar al PP como si en vez de ser el principal partido de la oposición fuese un grupúsculo de extremistas, frente a un Zapatero con el presupuesto del Estado a su disposición, después de soportar el tremendo fuego graneado de algunos medios que dicen ser amigos, ha sido perfectamente asumible, con notable mejora en algunas circunscripciones y la subida de 5 escaños.
Zapatero gobernará otros cuatros años que, mucho me temo, serán más de lo mismo. Rajoy creo que le tiene cogida la medida y hará un excelente papel como líder de la oposición.
En mi entrada del domingo, redactada a vuelapluma, apostaba por la continuidad del presidente popular, mutatis mutandis. Es decir, cambiando lo que sea menester (o a quien sea menester) para plantear las mejores estrategias que permitan seguir haciendo del principal partido de la oposición el del futuro en una alternancia imprescindible y en un horizonte temporal razonable. Rajoy tiene que liderar la construcción de la mejor y únicamente viable derecha: la que ocupa ese espacio con límites difusos que hemos dado en llamar el centro. Los votos de los extremistas que los recojan otros.
Nota: la fotografía está obtenida de la web del Partido Popular.

1 comentario:

josemarialama dijo...

Hombre, Juan Carlos, lo de "los extremistas" vale como coletilla electoral, pero no se sostiene ante un mínimo análisis. Si fuera cierto que el PSOE ha recogido el voto de los extremistas (que no lo es, porque sigue habiendo más de 1.600.000 votos a los partidos que llamáis así), pero si fuera cierto, lo único que estaría haciendo es lo mismo que el PP ha hecho ya hace tiempo aunque por el otro lado: subsumir dentro de sí a los extremistas de derechas, eliminando practicamente a todos los partidos de ese signo. Si en el caso del PP se considera esto una labor encomiable, no sé por qué no habría de entenderse igual en el caso del PSOE. Más allá del bipartidismo y la pérdida de matices del espectro político que todo esto genera.

Un saludo

josemarialama