viernes, 29 de enero de 2016

Crímenes de lesa democracia (El rayo que no cesa)

En octubre de 2014, y bajo el título "Crímenes de lesa democracia", les puse lo que a continuación les transcribo:

En enero del año pasado me publicaron en "Hoy" un artículo al que titulé "Crímenes de lesa democracia". Afirmaba en él que quienes se corrompen, sobre todo en tiempos de crisis y de desazón de la ciudadanía, añaden a sus delitos el crimen de lesa democracia porque sus colusiones son abono de los demagogos, tan dañinos para el sistema y para la salud social.
Hoy es buen día para recordar aquel artículo. 
No me apeo, eso sí, de algunas opiniones que también sostengo hace tiempo: uno, los políticos son como nosotros, puesto que salen de entre nosotros. Que levante la mano quien alguna vez no hay pedido una factura sin IVA. Dos, la justicia debe pronunciarse; entre tanto, salvo evidencias incontestables, debemos evitar constituirnos en jueces. La presunción de inocencia no es un invento banal, sino una garantía democrática que muchas veces ignoramos.
En fin, el daño está hecho. Es hora de esperar que los partidos que pueden dar sostén al sistema actual se centren en hacer que la ciudadanía vuelva a confiar en ellos y deje de lado aventuras presuntamente románticas, que no son más que ejercicios de una demagogia que consigue cegar a tantos, hasta el punto de impedirles ver las barbaridades que se proclaman al socaire de unos nuevos tiempos que de nuevos no tienen nada, porque ya está todo inventado, todo experimentado y, por lo tanto, sabemos a ciencia cierta qué planteamientos han conducido al desastre más absoluto.


Hoy, casi año y medio después, es buena ocasión para recordar lo escribo.
Si desean leer el artículo al que me refiero, pulsen aquí.

Y, con dolor de mi corazón, las noticias de hoy me hacen también reiterarme en lo dicho en otro artículo, que me publicaron en el mismo medio en junio de 2015, sobre la infanta D.ª Cristina, a quien con toda sinceridad deseo sea declarada inocente, sin perjuicio de lo que en el texto expongo. Si quieren leer ese otro artículo, pulsen aquí.

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