miércoles, 18 de octubre de 2017

Camiseta postulante



Lo publiqué en 2005. Lo creo de plena actualidad.

Durante décadas, las sudadas elásticas de los equipos de fútbol sólo llevaban el escudo del club y la numeración correspondiente al jugador. Después llegó la publicidad y se incorporó el nombre del futbolista en la espalda. Últimamente, también vemos a los patrocinadores en el calzón, con lo que el futbolista se ha convertido en una especie de rentabilísimo hombre anuncio. La actividad publicitaria encanta a los deportistas de la élite, que ven engrosadas sus cuentas corrientes promocionando productos de todo pelaje.

Pero, amables lectores, ahora ha surgido la camiseta reivindicativa. Leo con sorpresa, si es que algo nos puede sorprender ya, que el Barça quiere incorporar a la equipación de sus futbolistas un mensaje reivindicativo, algo así como “queremos el Estatuto”, en catalán, por supuesto. No teníamos bastante con esas pancartas que, escritas en inglés, colocan cuando les parece oportuno en su estadio freedom for Catalonia. Como hay que rizar el rizo, el centenario club desembarca en la reivindicación política.

No sé si este uso creará escuela, y el resto de los clubes españoles optará por el uso del deporte para ejercer el derecho de pataleo político. Pero, si así fuese, la asimetría maragalliana también se daría en el fútbol, porque el mensaje que propaguen los clubes grandes siempre tendrá mayor repercusión que el del Diter-Zafra, de 2ª B, por decir alguno.

¿Optarán los restantes equipos de España por el eslogan político? ¿Convertiremos los campos de fútbol en una reedición de los parlamentos, con parte de la hinchada coreando “¡Estatuto ya!” y la otra parte “¡Agua para Murcia!”? ¿Qué gritarán los ultras?

No es mi intención ser irrespetuoso, que esto del fútbol mueve muchas pasiones, pero desde que el presidente del Barcelona se quedó en calzoncillos en el aeropuerto, todo puede esperarse de quien no tiene el más mínimo pudor en comportarse tan extravagantemente. Lo que no sé, desde luego, es si las peñas barcelonistas repartidas por toda España estarán de acuerdo con las pretensiones de Laporta, ni si asimilarán de buen grado que el equipo de su corazón entre en política. Los futbolistas, según creo, no están muy de acuerdo, como podría esperarse.


En fin, ¿se imaginan un derby o como demonios llamen a estos partidos entre el Real Madrid y el Barcelona, en un Bernabéu atestado, con el ambiente ya caldeado de por sí, cuando los culés salgan al césped con sus camisetas reivindicativas? ¿Qué pasará cuando, en el partido de vuelta, lo haga el equipo merengue, con sus camisetas serigrafiadas, pongamos por caso, con el lema ¡Viva el artículo 2 de la Constitución!? ¿Se llenará el césped de cabezas de cochinillos? Cualquiera sabe.

Fotografía: elconfidencial.com

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