domingo, 24 de diciembre de 2006

Real felicitación





Parece que se ha puesto de moda andar a la caza y captura de los retoques fotográficos que pudieran presentar las felicitaciones de la Casa Real. Este año toca con la foto de la Infanta Leonor. Nada hay que objetar, claro; la libertad de expresión ampara a quienes se dedican a ésto, e incluso a otras cosas peores: no olvidemos que hay medios de comunicación cuyos líderes mediáticos, ensoberbecidos, azuzan constantemente contra el Rey, olvidando algo que debería ser obvio a estas alturas: nuestra monarquía es parlamentaria. La política la hacen los políticos, y el rey no puede actuar fuera de la Constitución. En fin, cada cual opine lo que tenga por conveniente. Un servidor hará lo mismo. Y, a tal efecto, rescato un artículo inédito, que redacté el año pasado por estas fechas, cuando el asunto más importante observado en la Zarzuela se convirtió en el uso del Photoshop, o como rayos se escriba el programa de retoque fotográfico. Lo titulé "Real felicitación".

Señor, andan algunos tiquismiquis enojados porque VV. MM. han felicitado las fiestas de Navidad con una tarjeta que contiene un montaje fotográfico. Parece que no les ha sentado bien que la foto no sea natural. Buena lata están dando.

Claro está, seguro que los que se quejan reciben cientos de tarjetas en estas fechas, con versos infumables, paisajes irreales y seres fantásticos, y no pían. El topicazo no les supone ningún problema, es de esperar que porque de lo que se trata es de ser corteses y cumplir con la tradición que impone felicitar la Navidad. Pero como hay que aprovechar para dar algo de guerra al Rey, que ahora eso está muy de moda, pues ea, adelante.

Confieso, Señor, que me importa un bledo la polémica, y que no encuentro motivo de más debate en el tema de Vuestra felicitación. Al fin y al cabo, lo que habéis hecho es simplemente utilizar un detalle humano, simpático y agradable. Como tantos otros que habéis prodigado en Vuestro reinado.

Lo que pasa es que algunos, ciegos con esta foto, no recuerdan otras. Como aquella en que V. M. aparece en el Congreso de los Diputados sancionando, ante las Cortes Generales, la Constitución Española, esa que nos permite criticar a V. M. si se tercia, y a la que algunos quieren subir al desván de la Historia. O esa otra instantánea, en la que V. M., en uniforme de Capitán General de los Ejércitos, aparece dirigiéndose al pueblo español, para anunciarle su compromiso ineludible con la democracia y con la Constitución. Era un 23 de febrero. ¿Recuerdan algunos? Esas fotografías no tienen trampa ni cartón, son del mismo Rey, del mismo Jefe del Estado que supo conducir a nuestra nación de una dictadura a un sistema de libertades plenas.

Felicite V. M. las fiestas como le pete, que a muchos nos sirve. Y eso que no recibimos Vuestro tarjetón. Ni falta que nos hace. Vuestro ejemplo nos basta. Feliz Navidad.

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