Los tiempos cambian (XIV). Moral y buenas costumbres
Los años del franquismo nos deparan un sinfín de anécdotas por cuanto se refiere a las buenas costumbres. Rescato un fragmento de la circular que el Gobierno Civil emite y publica en el Boletín Oficial de la Provincia del 11 de junio de 1966, año en el que el turismo ya era una gozosa realidad en España. Por esas fechas, Fraga ya se había dado el chapuzón de Palomares (8 de marzo) y bajo su batuta habían aprobado las Cortes la Ley de Prensa e Imprenta (15 de marzo).
Son los años del último franquismo, en los que atisbos de modernidad chocan muchas veces con cerriles inmovilistas, y en los que aún tiene un peso importante la inercia de años de dictadura.
En fin, volviendo a la circular. Entre otras cosas, prohibe el uso de pantalón corto por el casco urbano de ciudades o pueblos [...]. ¡Qué sería del actual turista, sin esos horribles pantalones!(*) Eso sí, le alabo el gusto a la circular, en este punto, puesto que nos libraría del tremendo espectáculo de acudir a un establecimiento y que te atiendan en mini-short, o de tomar café con tu amigo X, en la terraza del Salón Romero, mientras éste luce sus abominables rodillas.
(*) Con no poco dolor, el autor ha de reconocer que también ha sido víctima de la moda y se ha visto obligado a adoptar el uniforme de turista. Mea culpa. Si lo desean, consulten en este blog "Un día en el parque", en el que encontrarán un impagable documento gráfico.
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