Vehículos oficiales II (y otras hierbas)
El caso es que los abusos no sólo se comenten con los coches. Menudean los ejemplos del uso del jet oficial, de los que se han recogido por la prensa buen número de ellos, durante gobiernos socialistas. Ahora se habla mucho de restricciones en el gasto. Pero la cosa no es nueva. Me permitirán que les transcriba un texto relacionado con los recortes de gastos corrientes. Nada nuevo bajo el sol:
"Para dar ejemplo de austeridad, los partidos de la mayoría aceptaron [...] la supresión de tres ministerios [...] y de cuatro subsecretarías y veinte direcciones generales [...] se regulaba, además, con todo rigor, la utilización de los automóviles oficiales, de los que se suprimieron más de trescientos. Las economías que se obtuvieron con estas medidas alcanzaron la cifra aproximada de cuatrocientos millones de pesetas. En cuanto a la remuneración de los funcionarios [...] si bien es cierto que reducían los sueldos elevados y se cercenaban innumerables abusos [...] no es menos exacto que los empleados modestos mejoraban su situación de un modo apreciable. Precisamente, la mitad de las cantidades amortizadas se destinará a mejorar las plantillas. Aspirábamos a que el sueldo mínimo fuera de cinco mil pesetas para los funcionarios, y de tres mil para los auxiliares".
La cita es de Gil Robles*, y se refiere a medidas adoptadas en aplicación de la denominada Ley de Restricciones, en 1935. El ministro de Hacienda era Chapaprieta.
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Gil Robles, José María. No fue posible la paz. Ariel, Barcelona, 1968; pp. 281-282.
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