Especial interés
Aunque ya tengo dicho que no me gusta escribir de encargo, me apresuro a satisfacer la curiosidad de un lector anónimo que, a juzgar por el tuteo, me ha de conocer bien y, en vista del uso de mayúsculas, expresión de vehemencia, desea conocer presto mi opinión sobre los temas de corrupción cercanos al PP en los que están imputados algunos de los fuertes del Partido, entre ellos el Sr. Camps.
Pues mi opinión es sencilla. Después de los despropósitos de la época de Felipe González, con los consabidos casos de Filesa, el BOE, los fondos resrvados, etcétera, que agitaron la vida política hace años, creo que la gente quedó muy sensibilizada y detesta que los partidos se financien irregularmente.
La corrupción es deplorable, claro. Lo que pasa es que, según tengo entendido, aquí no se trata de casos de corrupción organizada que beneficie las arcas del PP. Creo que nadie encausa tal cosa. Dicen -y habría que investigar las filtraciones desde las sedes judiciales- que presuntamente alguno pueda haberse lucrado personalmente.
Conclusión: el que la haga, que la pague. Eso sí, como estamos en un estado de Derecho, la presunción de inocencia es insoslayable. Hasta que no haya sentencias firmes, no hay nada. Y si las sentencias son absolutorias, que se repare el daño causado.
Respecto de Camps: me parece una persona honrada, y creo que todo quedará en humo.
De cualquier modo, nos queda entretenimiento para rato. Ya sabes que en la otra acera anda la cosa de Chaves, persisten dudas sobre quién pagó algunas cacerías, etcétera.
Insisto: que la justicia proceda con rectitud. ¿Qué otra cosa puede esperarse?
2 comentarios:
GRACIAS POR TU OPINION. CON CASOS COMO ESTE UNO DUDA DE SUS POLITICOS. ESTOY DE ACUERDO CONTIGO, LAS MAYUSCULAS SERAN POR EL CALENTON QUE UNO SUFRE CUANDO VE QUE EN CASI TODOS LOS PARTIDOS, SEAN DE IZQUIERDA,CENTRO O DERECHA, HAY ALGUN LISTILLO QUE INTENTA HACERSE UN POCO MAS RICO A COSTA DE LOS DEMAS SIN PENSAR EL DAÑO QUE LE HACE A SUS COMPAÑEROS. SALUDOS AMIGO Y A TU DISPOSICION COMO SIEMPRE.
Blandito le veo, señor Fernández.
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