lunes, 31 de marzo de 2008

El tráfico en Zafra ¡¡¡UN CAOS!!!

En los últimos meses la ciudadanía segedana viene soportando una situación caótica en lo referente al tráfico, todo ello producido por las medidas tomadas por el equipo de gobierno (...).
El hecho de poner varias calles en una sola dirección, sin tener en cuenta lo que ésto podía ocasionar en la fluidez de las calles adyacentes y la poca visión de desviar todo el tráfico hacia el centro de la ciudad está ocasionando un caos circulatorio en sitios tan concurridos como la Plaza de España, Glorieta Comarcal y aledanos (...).
Dicho esto, los ciudadanos que necesitamos utilizar el coche para desplazarnos, nos vemos obligados, de una manera u otra, a pasar por el centro de la ciudad, y esto está ocasionando que los agentes de la policía local que estén de servicio tengan que estar permanentemente en estos cruces que son cuellos de botellas. Y esto va en detrimento de la seguridad ciudadana y vigilancia del resto de la ciudad (...)

Calma, lectores, que ésto no lo he escrito yo. ¿Quién lo hizo? Veamos:


jueves, 20 de marzo de 2008

Jueves Santo

Fusilo un artículo de Amadeo de Argángary, que colocó en su blog hace dos años.

Si el tiempo acompaña, hoy hará un magnífico día de primavera, y en la templada noche se escuchará el arrastrar de alpargatas de costaleros, obedientes a la voz quebrada de capataces; el inconfundible sonido de cadenas, sujetas a los tobillos sangrantes de penitentes, como las miserias humanas se aferran al alma, mientras clarines y tambores acompañan con notas profundas. Y saetas que rasgan la noche y el corazón. Y hachones que golpean el suelo rítmicamente en manos de encapuchados, y farolillos cuyos cristales tintinean al ritmo de los pasos.

A los sonidos se unirá el olor; allí donde tengan el privilegio del azahar, como en Sevilla, se confundirá este con el de la cera derretida y con el de las flores que adornan los pasos. Y bajo ellos, sudor. Transpiración de esfuerzo solemne y voluntario, de dolor sin quejidos.

Y al olfato y al oído se une la vista. Oro y negro, amarillos, rojos, morados, blancos, celestes… el color de los pasos, el de las mantillas, el de las túnicas; colores del sentimiento y del respeto, a veces reflejados en la cérea faz de las imágenes que se bambolean a golpe de espalda y riñones; colores que ribetean túnicas de vírgenes llorosas y bonitas… Y en los paladares, el acre del humo de las velas y cirios, lo salado de alguna lágrima traidora, la boca seca cuando pasa el Crucificado.

Mientras, los padres se aferran a las manos de sus hijos y les transmiten, en silencio, emoción, fervor, amor, respeto. Manos juntas, calor con calor, historia de siglos que fluye a través de dedos entrelazados, ternura con callosidad, rudeza y candor; memoria de años, de rostros queridos, de gentes que entraban y salían de casas que ya no existen, de rostros que siempre se veían en los mismos balcones y que ya siguen la procesión desde otros miradores mucho, mucho más altos. Historias de fe que se cuentan en silencio.

Qué quieren que les diga. Un Jueves Santo es un Jueves Santo, vengan como vengan los tiempos. Es un día para creyentes, claro, pero también sirve para incrédulos que, aunque no comprendan el Misterio, quizá aprendan –aprendamos- algo de los que se entregan al desfile y a la contemplación con respeto y profundidad.

miércoles, 19 de marzo de 2008

Euroirrisión y otras hierbas

Venía resistiéndome a dedicar unas líneas al esperpento que nos representará en Eurovisión; hoy ya no me queda otra que ocuparme un poco, ya que leo con absoluta sorpresa que un tal Bieito Loberia, diputado del BNG, ha propuesto chuscamente que se sustituya el himno español por el chiqui chiqui ése que nos ¿representará? en el eurofestival.
Digo yo que entre adefesios anda el juego. Curiosamente, el genial gobierno gallego ha editado un decálogo lingüístico en el que, entre otras cosas, propone que en el momento de la Consagración, en las misas con motivo de las fiestas populares, suene el himno gallego. O que el 50% de la música de las verbenas sea en gallego. Y, por supuesto, hay que sancionar al que no rotule en la lengua vernácula.
Pudieran parecer mamarrachadas tales cosas, pero son auténticas tropelías. Las lenguas de las comunidades españolas son una riqueza que hay que proteger, son un valioso patrimonio cultural y social; pero también lo es el español o castellano. Las lenguas son un instrumento de comunicación, pero los nacionalismos las utilizan como signos distintivos y excluyentes. Además, en la mentalidad de los nacionalistas, con su obsesión por la inmersión lingüística, subyace el ansia de controlar a los ciudadanos.
Regular qué idioma debe utilizar cada uno no deja de ir contra la libertad. La Constitución establece claramente que el español es la lengua oficial que todos estamos obligados a conocer, y establece la cooficialidad de las lenguas autonómicas. A partir de ahí, que cada cual hable en el idioma que le dé la real gana y que rotule como quiera. Y que los gobiernos garanticen en sus ámbitos de competencia que cualquier español que circule por Cataluña, Galicia o el País Vasco entienda los rótulos públicos, las señales de tráfico, los nombres de los pueblos...
Mientras tanto, que Bieito Lobeira sea castigado a acompañar al del chiqui chiqui y obligado a hacerle los coros.

martes, 11 de marzo de 2008

Decisión acertada

Me alegro mucho de la decisión de Rajoy, que ahora deberá ser validada en el congreso que celebre el PP. Creo que es quien mejor puede, hoy por hoy, conducir a la formación de centro derecha hacia las próximas convocatorias electorales. La derrota en las urnas, con una izquierda que ha apostado por el voto útil, tras intentos de aislar al PP como si en vez de ser el principal partido de la oposición fuese un grupúsculo de extremistas, frente a un Zapatero con el presupuesto del Estado a su disposición, después de soportar el tremendo fuego graneado de algunos medios que dicen ser amigos, ha sido perfectamente asumible, con notable mejora en algunas circunscripciones y la subida de 5 escaños.
Zapatero gobernará otros cuatros años que, mucho me temo, serán más de lo mismo. Rajoy creo que le tiene cogida la medida y hará un excelente papel como líder de la oposición.
En mi entrada del domingo, redactada a vuelapluma, apostaba por la continuidad del presidente popular, mutatis mutandis. Es decir, cambiando lo que sea menester (o a quien sea menester) para plantear las mejores estrategias que permitan seguir haciendo del principal partido de la oposición el del futuro en una alternancia imprescindible y en un horizonte temporal razonable. Rajoy tiene que liderar la construcción de la mejor y únicamente viable derecha: la que ocupa ese espacio con límites difusos que hemos dado en llamar el centro. Los votos de los extremistas que los recojan otros.
Nota: la fotografía está obtenida de la web del Partido Popular.

domingo, 9 de marzo de 2008

Habló el pueblo, punto redondo


El PSOE ha ganado las elecciones generales. Justo es felicitar a los socialistas, y sin empacho así lo hago. Eso sí, no creo ni que España sea socialista, ni que mucho menos aún lo sea la niña de Rajoy, como corean los felices seguidores de Zapatero en Ferraz. Son cosas de la euforia, pero de hecho aunque el PSOE ha subido tres o cuatro escaños, el PP ha incrementado su representación en seis o siete.
Se consolida el bipartidismo en España, y el Partido Popular, que durante cuatro años ha venido siendo acusado de crispar, de radicalizarse, ha conseguido un dignísimo resultado. A pesar de los pesares, no han conseguido aislar a una formación política que tiene un amplísimo respaldo y que es imprescindible para la construcción de un proyecto nacional amplio.
Espero que la gobernabilidad sea posible, no sé hasta qué punto tendrá dificultades Zapatero para formar su Gabinete sin hipotecarse con los nacionalistas. Bueno será que tenga suerte y tino, por el bien de España; más fácil le será encontrarlos si busca en Rajoy no a un enemigo, sino al líder de una opción que representa a millones de españoles.
Creo, por lo demás, que Rajoy debe seguir encabezando el proyecto popular. Con la que ha caído, el resultado de las urnas es muy defendible; ahora, cualquier aventura puede ser endiablada. Mutatis mutandis, el proyecto popular es el de un gran partido, sus fórmulas no han sido rechazadas de modo estrepitoso y hay que pensar que la campaña electoral para las próximas elecciones empieza mañana, que desde mañana mismo tiene Rajoy que seguir ilusionando a tantos y defender las ideas de la derecha posible, la que mira adelante y la que tiene ideas claras para dar soluciones a los grandes asuntos de interés ciudadano. Si Caín no vuelve del más allá, Rajoy puede ser en el futuro un buen presidente del Gobierno.

martes, 4 de marzo de 2008

¿Ver, oír y callar?

No es mi costumbre contestar a los comentarios que algunos lectores se molestan en hacer en este blog. Del mismo modo que un servidor opina, quien lee puede discrepar. Pero ayer han escrito uno en mi entrada del domingo que me sorprende. Recuerden que en ella me refería al deseo del PSOE de imponer modificaciones en el uso del género masculino. El anónimo y enfadado comunicante me dice lo siguiente:
Qué pena reflejar tanta incultura, tanta falta de respeto, se nota que usted mama de Pérez Reverte. Informése antes de escribir y reflejar cuán rídiculo es. Más que nada porque es político y debiera tener un poco de cultura, no voy a molestarme en explicarle nada sobre género, usted no lo merece.

En fin, yo que no mamo de nadie, aunque leo a muchos, reconozco que me gusta regulín regulán Pérez-Reverte, del que he leído bastante, y del que destaco sobre todo su novela La piel del tambor, me siento turbado tras el comentario anónimo. Oh inculto de mí, que no merezco explicación alguna sobre género. No sé si se refiere el comunicante al gramatical, del que yo hablaba, ese que nos enseñaron que podía ser masculino, femenino o neutro, y que en el sustantivo tiene la particularidad de poder ser hasta epiceno. O a esa otra acepción sociológica tan en boga.
En todo caso, no es a mí a quien tene que explicarme nada, que a lo mejor no lo entiendo. Dígaselo, si es tan amable, a los cuatro doctores en Filología, todos ellos de la Real Academia Española, en los que me he inspirado para mi entrada del domingo (Véase ABC del 28 de febrero). A saber, don Gregorio Salvador, quien afirma que lo pretendido por el gobierno es un puro disparate y que el español no es asunto del Gobierno, sino de 22 países y academias. Don Valentín García Yebra: parece que el Gobierno se considera superior en todo, también en el uso lingüístico. Don Manuel Seco: ningún gobierno tiene derecho a imponer determinadas reglas, ni siquiera en los ámbitos dedicados al idioma. Y, por último, don Francisco Rodríguez Adrados: demasiados problemas tenemos ya en nuestra vida para que, encima, tengamos que aprender otra lengua por simple capricho de ínfimas minorías mal informadas. Respeten por lo menos la lengua y déjennos vivir.
Claro está, me malicio que el problema no es de discrepancia lingüística. Creo que lo que le duele al lector mencionado es que se critique al Gobierno, sea por lo que sea. Pero eso, claro, no lo va a poder remediar aunque los que critiquemos sólo seamos, en su opinión, unos incultos como el que escribe. Ya sabemos que la derecha es inculta. Lo dicen muy bien las consignas de las que a lo mejor mama el anónimo discrepante. Pero seguiré manifestándome como me venga en gana. Y si considera que soy ignorante o ridículo, pues qué le vamos a hacer. Seguro que encuentra otras lecturas que le llenen más que mis reflexiones. No lo dude, oiga, disfrute de ellas.

domingo, 2 de marzo de 2008

¿Réquiem por el masculino?



Vengo resistiéndome a escribir en el blog durante la campaña electoral porque no me apetece meterme en harina política, cosa que me haría extenderme más de lo que quisiera en las líneas que de vez en cuando coloco en la red, no en vano la política sigue fluyendo por las venas, aunque ahora en dosis tolerables.
Pero ahora me encuentro con una majadería de marca mayor, en mi humilde opinión, que me fuerza a tomar recado de escribir. Dice el candidato Zeta (o zeda), o al menos quienes redactan su programa, que es lo mismo, que hay que modificar el uso tradicional del masculino para representar a las mujeres en los textos educativos, legales, comunicaciones y publicaciones. Es decir, el Gobierno se mete a legislar también en cuestiones lingüísticas. Bonita cosa, voto a tal. Ya teníamos a la asociación esa de jóvenas feministas abominando del latín, por machista. Ahora es el propio Ejecutivo el que nos dictará cómo escribir, y tendremos que poner maridas, y otras lindezas. Más les valdría defender el uso de la lengua común de los españoles, aquella de la que la Constitución tan claro habla en vez de perder el tiempo en enredar.
Esto debe de ser cosa del relativismo socialista. Han cambiado sin empacho el puño en alto por el símbolo ese que representa la ceja de Zeta-Pe, y ahora nos quieren cambiar a todos el modo de expresarnos. No es cosa baladí, oiga. Pretender hacer que nos expresemos como ellos digan no es sino querer manipularnos.
Tié mandanga la cosa. Con la de problemas en los que podían fijarse, se entretienen en crear otro a los escribidores, sobre todo a los aficionados que pululamos como Dios nos da a entender por el Internet y por algún periódico que de vez en cuanto nos publica algún artículo. Ya nos cuesta trabajo intentar destrozar lo menos posible nuestra lengua española o castellana, adaptarnos siquiera mínimamente a las normas, no atentar contra la sintaxis, la ortografía y el buen gusto, para que ahora vengan a decirnos que donde decíamos digo tenemos que decir Diega.
En la Academia deben de andar revueltos ante tamaña intrusión. Claro que, para los adláteres de Zapatero, los huéspedes del venerable caserón no deben de ser sino una corporación de carcamales a los que no hay que hacer ni puñetero caso. Como a los obispos, naturalmente. Por cierto, ¿obligarán también a cambiar las oraciones, los rituales y cánones de la iglesia católica? Veamos: ¿Madre nuestra que estás...? ¿Bienaventurados y bienaventuradas los pobres y las pobres...?
En fin, pacientes lectores, he aquí otra más de las innumerables razones por la que Zapatero se merece un retiro glorioso.
Por mi parte, ustedes perdonen, y sin ánimo de molestar, que ya se sabe que los de derechas lo que hacemos es crispar y tal y cual, y dicho con todo el respeto que me merece el presidente del Gobierno, digo: Dios y el cuerpo electoral no permitan que tengan ocasión de legislar sobre los usos lingüísticos, ni sobre ninguna otra cuestión. Otrosí digo: si en hora menguada lo consiguen, añado, con todo cariño, que no me sale de los cojones hacer caso de la norma. He dicho.