logo del X aniversario del Foro.
No tengo que
convencerles, amables lectores, de que el tiempo vuela. De sobra lo saben
ustedes. Pero, fíjense, hace diez años un grupo de amigos nos embarcamos en un
proyecto singular y, a pesar de lo que ha llovido (y hasta diluviado), parece
que fue ayer cuando quien les escribe aún andaba por la plaza del Pilar
Redondo, aunque ya en fase política turbulenta previa a la retirada. En aquel
tiempo y en medio de un ambiente en el que, como diría Leguineche, habría que
hervir el aire antes de respirarlo (y del que, permítanme que copie a Juan
Simeón Vidarte, todos fuimos culpables),
concebimos el Foro Zafrense.
Inevitablemente esto condujo a muchos a sostener que lo puesto en
marcha no era sino una plataforma de promoción política personal, lo que les colocó
en situación de alerta. No faltó quien pidiera cuentas del porqué de la
fundación, como si todo debiese quedar subsumido y controlado por las
formaciones políticas, algo que se entendía en el Movimiento pero que repugna
en una democracia liberal. La respuesta fue fácil: el Foro es de sus socios, y sólo
ellos tienen derecho a que se les rindan cuentas. Punto final. Amén.
Sanseacabó. Por cierto, tengo dicho que si quisiese encabezar alguna
extravagancia lo haría delante de una enorme pancarta y ante los medios de
comunicación, pero ni fue ni es el caso. A pesar de todo, y cuando se acercaron
unas elecciones municipales, algunos especularon con mi incorporación a la
batalla política sobre el pedestal del Foro: “ya lo decía yo”, aseguró algún
enterado de los muchos que por ahí pululan. Pues el espabilado tuvo que
tragarse sus palabras. Fastidia, qué quieren que les diga, que como uno ha
estado unos años en política parezca que esté uncido a ese yugo de por vida,
qué tostón.
En fin, queda la realidad de los hechos, que no son otros que: primero,
el Foro fue y es un proyecto modesto pero ambicioso, con aspiraciones
inequívocas de promover del diálogo social desde la sociedad civil. Segundo: se
trata de una asociación tan humilde como independiente. Ni hemos tolerado ni
toleraremos (al menos mientras su seguro servidor presida el Foro) la menor
injerencia del mundo de la
política. Tercero: jamás hemos solicitado subvenciones a las
Administraciones públicas, ni entra en nuestros cálculos hacerlo.
Bajo estas sencillas premisas hemos conseguido que a Zafra acudan
personalidades de contrastada cualificación y experiencia que nos han hablado
sobre asuntos de interés general. Lo han hecho, hasta el momento, en veinte
conferencias, no pocas memorables. De añadidura hemos editado 13 números (en
dos etapas) de nuestro boletín de opinión, de difusión gratuita, en los que han
colaborado escritores locales y personalidades del mundo de la cultura, la
política, el periodismo, la diplomacia… Ya trabajamos en el décimo cuarto.
Creo, en fin, que el proyecto ha merecido y merece la pena. El afán que
empezamos siete (uno abandonó, fue sustituido; otro, nuestro añorado Manolo García, nos dejó y
no hay repuesto posible para su persona) prendió en otros y se multiplicó el
número de socios. Nos parece que prestamos un servicio a Zafra, a su comarca, a
la gente interesada en conocer, en escuchar, en preguntar… Una sociedad libre
se engrandece en la medida en que sus miembros toman conciencia de su propia
capacidad de opinar y se interesan por las cosas que les afectan.
Cumplimos diez años. Hemos hecho bastante, me parece. De modo que, sin
triunfalismos y con la esperanza de que aún quede mucho tajo por delante, me
permitirán ustedes que me sienta orgulloso de lo que hemos hecho un servidor
junto con un grupo de amigos, sin otro motor que la ilusión y el esfuerzo.
Claro está, sin el apoyo de quienes han creído y creen en nuestro proyecto nada
hubiese sido posible. Ellos comprendieron qué es el Foro Zafrense: debate,
sociedad civil, independencia…
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