Malos tiempos
Al hilo de las propuestas que se van conociendo sobre la reforma del sistema de pensiones, es generalizada la crítica sobre lo que muchos ciudadanos entienden como un privilegio injustificado: la consolidación de los derechos de percepción de la prestación máxima de jubilación de diputados y senadores, tras no demasiados años de cotización.
Ni una sola de las personas con las que he comentado esta cuestión está de acuerdo. Nadie ha sabido darme un argumento a favor de que SS. SS. gocen de este privilegio.
Yo tampoco encuentro razones. Bien está que coticen, mientras dura su situación, con arreglo a sus emolumentos. Pero no creo que sea asumible por una ciudadanía, ahíta de dificultades, que un diputado con dos legislaturas cumplidas consolide su derecho al 80% de la pensión máxima.
Este es momento de compromisos, de gestos. Cuando se congela la pensión a millones de españoles, cuando se rebaja el sueldo de millones de funcionarios, cuando millones de parados se desesperan, cuando se habla de prolongar los años de cotización para la jubilación, bueno sería que los padres de la Patria bajaran un poco su nivel y se acercaran al común de los mortales.
Me dirán que muchos de ellos dejan sus vidas profesionales, donde obtendrían pingües beneficios, para servir a todos. Muy bien. Nadie les obliga. Además, las percepciones económicas de los diputados deben tener correlato con el nivel de vida del país al que sirven. Lo que cobran está bien, máxime en los tiempos que corren. También es cierto que no faltan quienes no han trabajado en otra cosa que en la política. Siempre he defendido que cuando uno se mete a político, el primer requisito es tener las espaldas cubiertas, esto es, ser trabajador en activo.
En fin, que sería un bonito gesto que estos señores renunciaran a tan incomprendido derecho y nos hicieran saber que sus cotizaciones, durante el tiempo de ejercicio de sus cargos, se sumarán a las anteriores y posteriores, y que el cálculo de su pensión se regirá por los mismos parámetros que las de cualquier peón: tiempo y nivel. ¿No?
3 comentarios:
Nunca he estado más de acuerdo con usted.
Saludos.
PD) Ah, por cierto, ¿lo de los expresidentes lo deja usted para otro comentario o entran también en este?
Firmo todo lo dicho por el Sr. Fernández.
En cuanto a lo que dice el Sr. PPK, creo que los expresidentes deben tener un sueldo vitalicio y protección; pero eso sí, este sueldo debe ser incompatible con cualquier otro, sea del tipo que sea.
Al comentario que empieza después del punto y coma del amigo PeSaR me refería yo, por supuesto. Me parece obsceno que cobren una pensión PÚBLICA si cobran otros sueldos privados. Es, más que nada, por estética. Y por decencia. Y por coherencia... así no se pondrían rojos (o colorados, para no ofender) diciendo los recortes que le convienen a la sociedad, salvo a ellos. Ya les vale. A los dos.
Saludos.
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